Ahora resulta que dicen que el ex alcalde de Reynosa, Everardo Villarreal Salinas, presume que anda a la espera de que las condiciones se le mejoren para ser candidato a diputado federal por el Segundo Distrito Federal Electoral con cabecera en Reynosa.
¿Así nomás? ¿Así de gratis? Everardo Villarreal anda presumiendo por donde puede que le une una ferviente amistad que asegura tener con el Secretario de Hacienda del Gobierno Federal, Luis Videgaray Caso. ¿Será?
Dice Everardo que apoyado en esa amistad, es que “logró” que Enrique Peña Nieto durante su campaña agendara a Reynosa como primer destino en Tamaulipas sobre cualquier otro territorio tamaulipeco, para pedir el voto de los tamaulipecos. ¿Y entonces? ¿Si hay tan cercana amistad, por qué perdió Peña Nieto en Tamaulipas y en Reynosa?
¿Será como se dice que fue una venganza del entonces alcalde Villarreal Salinas a Reynaldo Garza Elizondo?
Usted no se preocupe querido lector. El tema Everardo Villarreal es, creo, puro bla bla bla, son ganas del ex alcalde para regresar no por sus fueros, sino por lo que no se llevó, que fue mucho.
Además, si el PRI se decidiera por el ex alcalde sería tanto como garantizar que el PAN siguiera manteniendo el control de este distrito electoral. Pero le aseguro que esto no será así: la figura de Everardo Villarreal Salinas no le conviene a nadie, ni al PRI ni a ningún partido político. Y para quien lo dude, cosa de levantar una encuesta sobre la imagen que este señor dejó entre los reynosenses. Quien no le repudia, simplemente no quiere saber nada de él.
Motivos hay suficientes: ineficiencia administrativa, pésimos servicios públicos en Reynosa durante su des-administración, grandes negocios al amparo del poder y múltiples pleitos innecesarios y estúpidos con sectores completos de la ciudad. Everardo nunca se sintió presidente municipal, sino que los tres años que estuvo al frente del ayuntamiento se sintió propietario, dueño y señor de la Ciudad, lo que dejó muy mal sabor de boca a los reynosenses.
Lo mejor que le puede pasar a Reynosa es que Everardo Villarreal Salinas tenga que rendir cuentas ante la justicia por todas las tropelías y barbaridades que consumó al frente del Ayuntamiento de Reynosa. Y sí, me parece que no es ni siquiera opción del PRI para candidato. ¿O a poco no hay otros? Yo creo que si hay y muchos y buenos. En los que se han mencionado hay nombres que podrían hacer muchas cosas buenas por Reynosa y por Tamaulipas.
Los Reynosenses y los tamaulipecos ya no quieren vividores en los cargos de elección popular. Quieren ciudadanos comprometidos con el futuro del estado y de la ciudad, que trabajen, que sepan gobernar, que tengan visión. Insisto, Everardo no es y por mucho la opción.
Y a pesar de que el susodicho se desgañite gritando a los cuatro vientos que él será el mero mero usted no lo crea. Él no es solución para nadie. Todo lo que Everardo haga es grilla barata y tratar de confundir, pero a quienes debe de convencer, convencidos están de qué él, Everardo Villarreal Salinas, para nada, no es, ni será.
Hay grupos de ciudadanos agraviados por los excesos de este señor. Y ellos serán quienes le cobren la factura de su mala cabeza como alcalde y como diputado local y federal. ¿Qué hizo Everardo a su paso por el servicio público? Nada, sólo servirse.
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