Cae Aguirre, Osorio siguiente objetivo…

Reza un dicho popular, que cuando las cosas se complican hay que atenerse a las consecuencias: “De que me muera yo, a que se muera mi abuela, mejor mi abuela que está más vieja”. La vida es en primera persona mis queridos amigos y ya se los dirán, todos los tratados sobre sicología.

Y es, en ese territorio que debe entenderse la presión nacional e internacional para que finalmente Ángel Heladio Aguirre Rivero dejara el gobierno de Guerrero, con lo cual pasaremos a una siguiente etapa.

Si no encuentran en el mediano plazo vivos o muertos a los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, el requerimiento social dentro y fuera del país, será el pedir la cabeza del Secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong.

No es absurdo el planteamiento. Aguirre caducó en su condición de fusible y aun cuando Osorio es un “relay” que puede resistir mayor voltaje, de no aplicarse en las tareas que le demanda la sociedad a la que sirve, puede terminar fundido.

Y ahí no importa el cariño o los compromisos políticos y financieros que haya construido con Enrique Peña Nieto en pos de la Presidencia de México. Como les digo, el “El Ello” manda y comanda muchas de las cosas que el “Yo” político y el “Súper Yo” político no logran en las ficciones que se construyen a lo largo de la vida. En resumen: En la primera etapa, “El Ello” te protege y sabe bien que los de más tienen múltiples factores y vicios.

Así, ya veremos si en un aletargado momento, el Presidente decide aplicar el consejo de la abuelita. Y más cuando Osorio, al tiempo de las negociaciones con el Politécnico sonó bofo, al grado de pasar la bolita como debió suceder de origen, a la Secretaría de Educación Pública.

Seamos francos, al momento de la presente, Osorio medio le cumplió a Tamaulipas, no ha concluido el trabajo en Michoacán, mantiene un Cisen al que se le pelan las “rolas” y que no acertaron en aceptar, estaba desmantelado tras las 12 años de panismo.

La verdad, mis amables lectores es una dosis. Es el colorado que en idiosincrasia, estamos preparados para recibir. Y ya no le vemos el sentido al mantener nuevas dosis de política ficción, especialmente hoy que la sociedad está mejor informada merced, entre otras cosas, a los medios alternativos, y aun con sus distorsiones, a las redes sociales.

Y por eso mismo la pregunta no suena baladí. No se trata de preparar culpables a punta de chilito piquín, mineral y toques. Lo urgente, es ofrecer una verdad que sea tan contundente que acalle todos los clamores populares.

Que revele a la sociedad internacional, a los trasnochados promotores de los derechos civiles, a los organismos de todos los colores, que existe un control y mando sobre el país. No hacerlo rápido – es un decir pues ya se tardaron bastante- será un pretexto para que los afectados y ciudadanos en general suban la mira al territorio de los sacrificios humanos.

Y si Peña no se debe ir, entonces tendrá que ser su Abuelita Osorio la que pagar por los pecados de impericia consumada

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