México,(Notimex).- En México se disfruta hoy de un régimen de libertades y nos enfocamos en fortalecerlo constantemente, sostuvo el magistrado presidente de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), José Alejandro Luna Ramos.
Planteó que ahora reafirmamos y protegemos el nuevo paradigma de derechos humanos “cuando ya, desde entonces, la Constitución de Apatzingán destacaba el reconocimiento de los derechos fundamentales como requisito necesario para el sano desarrollo del Estado”.
En su mensaje durante la inauguración del seminario "La Constitución de Apatzingán y la libertad de la América Mexicana", en la sede del TEPJF, Luna Ramos indicó que ese documento también plasmó otros principios sencillos pero luminosos para la época.
“Estableció la soberanía popular, la democracia, el principio de legalidad, el gobierno representativo y con claros límites, además de la anhelada igualdad ante la ley”, subrayó.
El magistrado refirió que la relevancia de la primera Constitución, de hechura ciento por ciento mexicana, “nos obliga a reflexionar sobre su grandeza histórica, donde el cariño por su valor intrínseco nos llena de orgullo, pero también nos obliga a hacer frente a nuestra responsabilidad como mexicanas y mexicanos”.
Expuso que el constitucionalismo contemporáneo necesita mentes comprometidas que contribuyan a la siempre inacabada estructura de la nación, y llamó a entender nuestro contexto “para que, a través de ejemplos tan encomiables como el que veneramos hoy, reconfiguremos la dinámica estatal de México”.
Luna Ramos externó que la Constitución de Apatzingán “debe ser inspiración y propósito para quienes estamos llamados a sumar a la historia de este gran país”.
Subrayó que esa tarea obliga a todas las autoridades, pero también a la ciudadanía, ya que dentro de las circunstancias actuales el diálogo constituye una de las mejores vías para la consolidación del Estado democrático, donde la estructura estatal se sustenta en el intercambio de razones y contiene las diversas posturas de vida.
Así, añadió, “las decisiones fundamentales para nuestro México se basarán en un diálogo incluyente que esté atento a las diferencias particulares con el fin de lograr un marco institucional que dé cauce a todas ellas sin conflicto y sin violencia”.
Externó que la democracia, a fin de cuentas, poco a poco se alejará del primer objetivo, orientado a evitar y canalizar las controversias sociales para transcender a fines que organicen y faciliten la conversación extendida entre las personas.
“Si somos capaces de profundizar en esos nuevos retos, podremos entender lo que hoy es el patriotismo”, aseveró.
El magistrado enfatizó que este año se cumple el Bicentenario de la expedición de un documento que reflejó los inicios de la construcción de una nación independiente: la Constitución de Apatzingán.
Destacó que a pesar de las complicaciones bélicas y sociales que vivió México en los primeros años del movimiento independiente “brillantes seres humanos lucharon por conciliar y perfilar una organización propia para que México caminara, de una vez por todas, hacia el Estado liberal y democrático, lejos del poderío español”.
Aseveró que ese texto, conocido oficialmente como el decreto para la Libertad de la América Mexicana, “es relevante no sólo por los principios y organización del Estado que dibujó, sino por ser un retrato fiel de lo que sería nuestro futuro inmediato, como país”.
Alejandro Luna Ramos destacó además que el TEPJF creó ese seminario para festejar la expedición de la primera Constitución mexicana, donde el nombre de México adquirió esencia y rumbo.
“Ejemplares patriotas dieron su vida por anhelos e ilusiones que, lamentablemente, no tuvieron oportunidad de presenciar. Seamos responsables con esa herencia y actuemos para consolidar nuestro régimen de libertades y proteger a esta gran nación”, remarcó en su mensaje el magistrado presidente del TEPJF.
