El fin de semana Norberto Treviño Zapata esta en el huracán. En principio, como Secretario de Salud, es el receptor de todas las inquietudes y los temores por el ébola, que ya causa pavor en África y en los Estados Unidos; a ello, no menos grave, porque se desarrolla en la capital tamaulipeca una cruzada más contra el hambre. Y la nota, en fin, la da Treviño cuando dice: “No les miento”.
Como ser humano, como ciudadano, víctima de la diabetes he aprendido la importancia de la prevención, de la salud preventiva. Y ahí es donde, al enterarnos de cómo van las cosas, quiérase o no, uno se siente incomodo, lamenta pues, en principios que las autoridades de salud no hagan de manera correcta y eficiente su trabajo, pero también que, entre la población, no haya conciencia sobre la prevención.
He conocido casos de personas con diabetes cuyas consecuencias, inevitable como la muerte, pasa por una serie de padecimientos: en el pie, en los ojos, en los riñones… esas visiones, entiéndase, son el mejor ejemplo de a donde se puede llegar en caso de no cuidarse. Y en el caso del cáncer, lo sorpresivo, es que los casos son muy ilustrativos: el poco tiempo en que la vida se va.
Y uno se pregunta: ¿Por qué sucede eso? Lo hemos vivido en Tamaulipas, por ejemplo, con el dengue, incluso el hemorrágico: se ocultan hechos o simplemente se maquillan los datos. Cuando fue el problema del virus de la influenza AHINI, se negaban fallecimientos, se reconocían uno que otro, sin embargo en la información de boca en boca, de personas ligadas al sistema hospitalario, decían: en mi hospital han sido más que esos…Por eso, quizá, dice Norberto: No les miento.
Y es que al ser entrevistado afirma “Caballeros, que no haya pánico”. Y agrega: “Pediría que me ayudaran a ser muy cautelosos y muy realistas y no caer en pánico como en Estados Unidos…Caballeros no debe haber pánico, hay que ser razonables, no estoy diciendo mentiras… no estoy ocultando nada, así es el problema”. Y es cuando uno se pregunta: “Tu le crees”, “Yo tampoco”.
La historia del discurso político en México, y Tamaulipas no es la excepción, es que por estrategia se oculta o se niega la información, siempre con el mismo pretexto: para no crear pánico. Y luego, ya cuando es imposible tapar el sol con un dedo, no les queda otra que reconocer: no medimos la intensidad, el impacto ni la fuerza”. Y es cuando, entonces sí, se pide a la población que tomen todas las precauciones posibles.
Por lo pronto, anuncia el Secretario de Salud, que este sábado tendrá una reunión con los directores de todos los hospitales regionales y generales de Tampico, Altamira, Matamoros, Reynosa y Nuevo Laredo (ciudades fronterizas); y que, además, van a capacitar a los epidemiólogos sobre el uso del equipo de protección por si en un momento dado tienen que atender a algún paciente con síntomas del ébola.
La actitud de Norberto Treviño Zapata, de decir, no les miento, imagino que debió ser por la expresión que los reporteros ponían al escuchar sus palabras: la suspicacia hacia las declaraciones de los servidores públicos no es gratuita porque dicen cada cosa que los pinta en su exacta dimensión, como el caso del Procurador que admite, reconoce, que se siguen dando asaltos y extorsiones en las carreteras de Tamaulipas, pero aclara: no son del crimen organizado. ¿Cuál es la diferencia?
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