En la vida son muchas las cosas por las que día a día se debe agradecer, el hecho de estar en este mundo, ver un nuevo amanecer, esos son motivos suficientes para dar gracias, pero hay cosas que nosotros no conocemos y por las que deberíamos estar más pendientes, el hambre, la salud, por ejemplo.
Son estas situaciones, y muchas más, por las que no solo se debe dar gracias con nuestras oraciones sino que también con buen comportamiento, con hechos, ayudando de corazón a los que menos tienen.
Lástima, muchos no logramos comprender a fondo lo que le ocurre a este pueblo, los políticos en procesos electorales disfrazados de bondadosos se atreven hasta a desafiarlo, retan su paciencia, su aguante, y lo único que hacen es tomarse la foto vistiéndose de nobleza, es decir, van utilizando la pobreza para llegar al poder pero sin la mínima intención de cambiar la vida de quienes la padecen.
Es obvio que también, como sociedad, no debemos esperar que solo la autoridad actúe, cuando se tiene la dicha de tener salud, gozar de todos los sentidos, vivir en el regazo de una familia, contar con amigos, trabajo, casa y sustento, bien se puede destinar algo para los que menos tienen.
Hay gente que tiene tan poco y sin embargo agradece a DIOS el tener vida aunque esta sea complicada, aun con las vicisitudes a las que se enfrentan su espíritu no se mina y siempre van en busca de la felicidad.
Constantemente nos perdemos en esta vorágine de intereses, del ir y venir por la vida sin ver más allá de lo que está a nuestro alrededor y poco apoco perdemos la capacidad de asombro y de razonar sobre el beneficio de tener una sociedad sana, es decir, ni siquiera nos enteramos que hay gente con problemas mucho más grandes que los que pudiéramos tener, que a veces no tiene ni para darle de comer a un niño de brazos.
Sí, hay gente que ni siquiera le alcanza para alimentarse tres veces al día, y cuando una persona tiene hambre es capaz de cualquier cosa, es en eso en lo que se tiene que trabajar, evitar que los padres de familia caigan en conductas inapropiadas para llevar alimento a sus hogares, se les deben dar oportunidades para que puedan salir tranquilos a buscar un trabajo digno, teniendo la certeza que sus hijos tendrán que comer.
¿Por qué le comento esto?, pues porque el próximo sábado 18 de octubre se llevará a cabo la Colecta Nacional de México Sin Hambre que realiza el Banco de Alimentos y ahí todos podemos apoyar, donar un poco de lo mucho que la vida nos da.
Abra su corazón y participe, aquí en la capital tamaulipeca el Doctor JORGE SALINAS TREVIÑO presidente del Banco de Alimentos en Victoria y un equipo humanitario y entusiasta de ciudadanos se darán a la tarea de organizar ejércitos de personas que recorrerán las calles de la ciudad, tocaran puertas, casa por casa, solicitando el apoyo para llevar alimento a familias que se encuentran en pobreza extrema.
Igual se tendrán tres centros de acopio ubicados en estacionamientos de tiendas de auto servicio como GranD libertad y HEB, además de la plaza del 15 Hidalgo en la zona centro para que todas aquellos que quieran participar con esta humanitaria labor puedan acudir a dejar sus donativos.
Se trata de ayudar por ayudar, se recibirán artículos no perecederos como laterías, azúcar, frijol, aceite y otros productos que servirán para alimentar a las más de 12 mil familias que reciben alimentación diariamente por el Banco de Alimentos.
Quienes no puedan aportar en especie igual pueden colaborar, se requieren manos para seleccionar los artículos y preparar las despensas, nadie es tan pobre que no pueda donar algo, y aquí, en la necesidad, hasta el tiempo cuenta.
Ojala los grandes empresarios, profesionistas y funcionarios también se apliquen y colaboren , se aceptan donativos económicos que son deducibles de impuestos, llevar alimento a más de 12 mil familias de colonias, ejidos y centros de rehabilitación en este municipio no es fácil, se necesita valentía, disposición, y tener un gran corazón, la sociedad no puede quedarse al margen de la loable labor que lleva a cabo el Banco de Alimentos en la capital tamaulipeca.
Claro que lo bueno sería que siempre ayudaran, pero por lo pronto no pierda la oportunidad de alimentar su alma, ayude para que los que menos tienen tengan alimento, acuda a los centros de acopio, todo será bien recibido.
A veces nos quejamos porque no se tiene una u otra cosa y no tenemos ni idea de las necesidades que tiene mucha gente, colaborando se estará contribuyendo a reconstruir el tejido social, a tener mejores sociedades, para grandeza de una gran ciudad, y recuerde, no se debe ser mal agradecido con la vida, entre más manos aporten habrá menos manos pidiendo pan.
vida.diaria@hotmail.com,Twitter@VidaDiaria1,FB Rosa Elena González.
