El 12 de octubre pasó, y mi corazón no pudo sino sentirse acongojado. Nunca he sido radical en cuanto a mi postura respecto del encuentro de dos culturas, es decir, prefiero evitar satanizar a los conquistadores, y me detengo a celebrar los felices resultados del encuentro de mundos tan diferentes.
Sin embargo, nada hay que conmemorar, me lo parece; desde ese entonces hasta ahora, son muchos los saldos desfavorables en la larga historia del mestizaje de nuestra patria. Hoy, como entonces, nuestra raíz indígena es sobajada, vilipendiada y maltratada casi hasta el exterminio.
Hoy, peor que entonces, las etnias que alguna vez llamaron hogar a estas tierras, han sido confinadas y reducidas en lo geográfico, en lo moral, en lo económico, en lo espiritual. Hoy, pareciera que prevalece tan solo lo peor de aquel crisol…
Porque en este presente que duele, los indígenas siguen siendo despreciados y desvalorizados, tratados como ciudadanos de cuarta, escoria, recibe discriminación debido a su apariencia, lengua, tradiciones, negándoseles los más básicos servicios de salud, atención y respeto a los derechos humanos.
Y en este país de ensueño que habitamos, como buenos herederos de las peores tradiciones y costumbres europeas, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), ha comenzado una cacería de brujas hacia la ancestral herencia de la herbolaria medicinal de este país llamado denominado “México” apenas desde 1821.
Antes de los visitantes gachupines, la milenaria sabiduría ya curaba y prevenía; las ciencias médicas de nuestros habitantes eran lo suficientemente sofisticadas y eficaces en el tratamiento de múltiples dolencias y enfermedades, tal y como lo sigue siendo hoy día, en que en la más espantosa de las cerrazones, el gobierno federal atenta contra el pueblo mexicano.
Las plantas medicinales acompañan al hombre desde hace 25 mil años, y de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, el 80% de la población del orbe aun depende de su uso. México cuenta con alrededor de 25 mil plantas para este uso, que se pueden consumir en tés, emplastos, en guisos, infusiones, ungüentos, polvos, fluidos, cremas, lociones, etc.
México ocupa el cuarto lugar en el orbe como productor de herbolarios, apenas atrás de India, China y Brasil; estas dictatoriales medidas afectan a un amplio sector económico y las respectivas familias que de estas fuentes de trabajo dependen, así como a las clases más desprotegidas, que tienen en los remedios naturales una opción accesible y asequible para el cuidado de su salud.
Sin embargo, el gobierno federal parece favorecer intereses mezquinos antes que al pueblo, pues todo este tinglado solo favorece a las empresa farmacéuticas, quienes como buenos mercaderes, en lo último que piensan es en la salud y curación de los aquejados, sino en crear y propiciar las condiciones que mantengan a millones de enfermos crónicos, atados de por vida a sus productos químicos que envenenan y NO curan; pues cómo, se acabaría el negocito…
Cristoforo Colombo llegó a estas tierras sin saber el desbarajuste que iba a ocasionarse por la avaricia, egoísmo e insensibilidad de unos cuantos; no vería a policías SWAT desalojando a una anciana tlaxcalteca en un tianguis por “no tener permiso” para vender sus hierbitas y poder completar para un taco, ni sabría de los atropellos, injusticias e insensateces que surgirían del encontronazo de dos culturas, y mucho menos podría haber anticipado que de este mestizaje, ahora resulta que todos somos güeritos, altos, rubios y de ojo azul.
Sumémonos a la lucha por evitar que la herbolaria sea un delito: nuestras raíces indígenas son fuerza e identidad, no un crimen que haya que castigar. ENTRA A AVAZ.ORG y busca esta causa. Aunque ya sabe: eso digo yo…
LA CAJONERA…
1.- LA FRASE: “En 1492, los nativos descubrieron que eran indios, descubrieron que vivían en América, descubrieron que estaban desnudos, descubrieron que existía el pecado, descubrieron que debían obediencia a un rey y a una reina de otro mundo y a un dios de otro cielo, y que ese dios había inventado la culpa y el vestido y había mandado que fuera quemado vivo quien adorara al sol y a la luna y a la tierra y a la lluvia que la moja”. Eduardo Galeano.
2.-UN TROZO DE POESÍA: “[…] Pero si llega cansado/ un indio de andar la sierra,/lo humillamos y lo vemos/ como extraño por su tierra.// Tú, hipócrita que te muestras/ humilde ante el extranjero/ pero te vuelves soberbio/ con tus hermanos del pueblo.// Oh, Maldición de Malinche,/ enfermedad del presente/ ¿Cuándo dejarás mi tierra/ cuando harás libre a mi gente?”. Gabriel Palomares.
3.- MISCELÁNEOS: Una disculpa a mis tres o cuatro lectores, por la prolongada ausencia; asumo mi falta y esbozo como excusa que anduve de saltimbanqui, cruzando nuestra entidad presentando “Alice in wonderland” en el marco del Festival Internacional Tamaulipas emisión 2014, visitando la capital, Reynosa, Nuevo Laredo y Tampico con un éxito arrollador, a lado de jóvenes talentosos y dedicados que cantan, bailan y actúan con todo el corazón, entrega y disciplina que les permiten ocupar los grandes escenarios de Tamaulipas.
