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Sección: Editoriales / Escenario político

Larrea vs Slim y el fantasma de Pasta de Conchos

Por: Marco Antonio Torres 19/09/2014 | Actualizada a las 22:19h
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Nadie puede augurar nada en política, simple y llanamente porque la política es impredecible, insospechada, además de reactiva.

Cada acción genera una reacción.

Es como el boxeo, se genera un tira tira y luego llega la conclusión del combate.

Al final nadie sabe quién quedó vivo ni quien quedó muerto.

Eso es política.

Aparte de los insumos que la política necesita para sobrevivir como industria rentable (marketing, propaganda, publicidad mediática, encuestas) como en la industria de la cinematografía tipo Hollywood, la política necesita actores.

Y actores hay de todo, excelentes, regulares, malos.

Como en la viña del señor, todos son necesarios, todos caben.

Como los animalitos en el arca de Noé.

En El Mante hay políticos que apenas reciben aval para buscar candidaturas y de inmediato invaden de forma grotesca el territorio ajeno, invitando a terceros a la traición, deseando posesionarse de la escena.

‘Trabaja para él, pero también trabaja para mí, aunque sea a escondidas’, dicen.

Obviamente existen honrosas excepciones.

Lo bueno es que existen empleados que están revestidos de una fuerte coraza de lealtad a favor del alcalde y rechazan toda clase de tentaciones, por más demagógicas que suenen o sean.

Pero la ciudad es chica y aquí todo se llega a saber.

Pueblo chico infierno grande. Aquí alguien se echa un pedo y todo el vecindario oye.

Política ramplona, al fin y al cabo, ejecutada por éstos advenedizos de cada ciclo.

Por eso los tales no llegarán muy lejos.

Quieren ganar mucho apostando poco. Y lo poco que le meten a la política, lo cuidan peor que los ricos de la Moderna, salvo honrosas familias que son excepción.

Son políticos que viven lejos del Mante, han perdido arraigo, han perdido piso en todos los sentidos y aun así vienen buscando quien los impulse.

‘Polvos de aquellos lodos’.

Muchos de aquellos antiguos colaboradores ya están tres metros bajo tierra; otros están saciados de cobrar hasta en 4 nóminas. Por ende no mueven un dedo para trabajar con honradez.

Vienen a incomodar gente pasando por alto la alta investidura del alcalde Pablo González León en este caso, quien con visión milimétrica sabe dónde están los trogloditas y les tiene puesto el ojo.

Porque una cosa es que Pablo González sea integracionista, receptor, empático y amable con todos los actores protagonistas, y otra que los fuereños quieran pasarse de lanza, invadiendo su territorio.

Y lo peor, que lo hagan a escondidas.

En cambio hay quienes (dentro del grupo del alcalde) mantienen la firmeza a diestra y siniestra. y son leales al proyecto PRI.

Pasemos a otro tema.

GERMAN LARREA es un hombre que se vio metido de pronto en el ojo del huracán.

Fantasmal, casi nunca aparece en público.

Es más, no existían imágenes fotográficas suyas que pudieran ser usadas en periódicos, excepto miles de copias. Solo una fotografía suya fue usada en largos años.

Su lío no es menor, está involucrado en un ecocidio de gran magnitud en Sonora, México y pese a todo, ayer apareció una foto suya saludando de mano al presidente Enrique Peña Nieto.

¿Qué sentido tiene que gobierno de la república publique una imagen cuando el segundo hombre mexicano más rico del mundo según Forbes es en este momento el antihéroe, el ecocida, el transgresor de los derechos laborales y humanos de miles de obreros y mineros que están a su merced?

Grupo México fue responsable de la muerte de casi setenta mineros en Pasta de Conchos, Coahuila, hace casi de 8 años.

También, es dueño de la compañía de ferrocarril que corre desde Chiapas hasta el norte de la república.

La prensa lo acusa -en estos días- de instalar cercas electrizadas alrededor de las vías del ferrocarril en Veracruz para impedir que los centroamericanos viajen arriba de los vagones del tren de trampas.

Es Inaceptable que el gobierno de la república envíe señales a los mexicanos de lo que parece ser, complicidad y encubrimiento.

Germán Larrea es el responsable de que el río Sonora se encuentre contaminado por más de 40 mil metros cúbicos de ácido de sulfato, veneno puro para la gente.

Mismo veneno que ha empezado a dañar la salud de miles de sonorenses que viven a las laderas del río, quienes comienzan a sufrir vestigios de cáncer de piel.

El río Sonora, como aportación, tiene más de 420 kilómetros de longitud y nace en ese mismo estado.

Luego, en los linderos del golfo de california sus aguas se filtran al subsuelo cuando sus corrientes no son tan fuertes. Ahí desaparecen sus aguas, pero el hilo del río nunca pierde su presencia.

Es un caudal natural.

Pero en época de grandes caudales, sus aguas van a dar al océano pacífico a través de la Bahía de Kino.

Germán Larrea además, es dueño absoluto de los ferrocarriles, como decíamos.

Ahora mismo ha sacado sus manos de Televisa, de donde era inversionista, pues aparentemente busca ganar una licitación de las dos televisoras que estarán en disputa.

Germán Larrea es un hombre anodino en sí mismo, su naturaleza es fría como un témpano de hielo.

No manifiesta emociones.

Quienes lo han llegado a ver, se quedan impactados por la nula carga emocional que refleja su rostro.

Y por la dureza de sus facciones.

Es enemigo a morir del magnate mexicano CARLOS SLIM, quien mediáticamente es todo lo contrario a él.

Slim es carismático, de imagen vendible, amén de ser el segundo hombre más rico del planeta.

Pues bien, aparentemente se retira de Televisa para buscar ganar una licitación de televisión abierta que pronto lanzará la SCT federal y así retar y darle batalla -coludido con Emilio Azcárraga Jean- al patriarca de la telefonía en México y América Latina, Carlos Slim.

Bien, por ahora es todo, nos leeremos en breve.

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