A veces nos gana el sentimiento, el espíritu analítico u otra cosa que no es precisamente la manera más cuerda de pensar, sin embargo, en ese momento que nos ubicamos como lo que somos: ciudadanos tamaulipecos, vemos algunos aspectos que realmente nos interesan, por su trascendencia o porque tienen mucho que ver con el desarrollo de nuestra entidad.
Disfrutar de una buena charla con Ramiro Ramos Salinas, presidente del Congreso tamaulipeco siempre es un gusto, más, cuando sabemos que su función va más allá que estar en una curul dejando pasar el tiempo y cobrando. Hoy, hemos sido convencidos testigos, nuestro Congreso trabaja de una manera diferente, y lo sabemos.
El diputado local viaja a la ciudad de México en busca de apoyos, convenios y otras cosas que seguramente se traducirán en algo bueno para Tamaulipas, porque bien lo comenta: hay que ir a tocar las puertas para obtener; como dice la Biblia: “busca y encontrarás”, y aplica perfectamente a la función que este día lleva a cabo el legislador, quien ha pensado que debemos cambiar la imagen de los diputados para que la ciudadanía valide su real función, que, finalmente, es lo que vale y nos interesa.
A todos nos preocupa y alienta el saber que podemos mejorar, y en ese tenor, hay que trabajar muy fuerte, buscar, encontrar y aplicar, que es la premisa fundamental.
Ramiro Ramos es una persona sencilla que quiere hacer una buena función y que, seguramente, tendrá una buena recompensa a futuro, porque la gente que trabaja en forma positiva haciendo lo mejor que puede su función merece subir a un escalón más, para proyectar lo que merece un estado como el nuestro, con gente pujante y que quiere salir avante.
Todos sabemos lo importante es que se avance, porque, insistimos: somos una entidad que tiene muchas cosas positivas en materia de productividad y desarrollo, que se han incrementado últimamente y deseamos sigan aún más. Lo necesitamos y todos estamos conscientes de ello.
El diputado Ramos Salinas viaja con algunos de sus colaboradores y está en contacto con la realidad: afirma que es fundamental el contacto con la gente, que es tiempo que los diputados dejen de ser “de aparador”, es decir, que la gente los conozca, que sepa quiénes son y qué hacen, para lo que están difundiendo éste -el contacto- desde diversos foros.
Escuchar a la gente resulta fundamental, y eso lo sabe Ramiro, por lo que ha pedido a sus compañeros de Legislatura, de cualquier color o partido, que se unan a la cruzada de escuchar, para qué, entonces, haya ese contacto directo: que la gente les diga lo que somos y tenemos, lo que queremos, para, de esta forma, proponer o instrumentar cosas congruentes con nuestra realidad.
Es esa la importancia que tienen estas gestiones en la ciudad de México, a donde acuden también importantes funcionarios de la administración estatal: buscando ser más vistos, más escuchados… más apoyados,
Aquí lo importante no es la filiación política de la gente sino su trabajo, y eso se sabe desde que iniciaron sus trabajos nuestros diputados.
Hemos sido por años críticos con el quehacer del Congreso, sin embargo, es justo reconocer la labor que llevan hoy en día a cabo, y que tiene que ver en mucho con lo que somos hoy en día, lo que estamos creciendo, y lo que esperamos de ellos.
Y es ahí donde entendemos que hay que estar “pegado” a la gente, a los que vivimos en las calles y sufrimos o gozamos lo que hay, los que laboramos y tenemos que hacer uno y mil trámites y gestiones… los que batallamos diariamente para llegar el pan a casa y la educación a nuestros hijos.
Es ahí donde se valida la tarea de Ramiro Ramos Salinas y nuestros representantes. Hay que entender que hay uno que otro “malito”, pero es cosa de cualquier grupo o ambiente. Lo importante es que se está avanzando, o al menos, así lo estamos viendo nosotros, con una opinión que puede o no ser compartida, pero es válida, porque proviene de un ciudadano común y corriente.
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