Sin lugar a dudas, que las lluvias recientes han cambiado muchas cosas en las administraciones estatal y municipal, porque ya se tiene que pensar en el “plan B”, es decir, lo que se hará en base a los acontecimientos que dejaron un sinnúmero de baches por doquier.
Este martes, festivo y todo, vimos varias cuadrillas municipales trabajando aún en sitios con humedad manifiesta, tratando de hacer un poco circulables las arterias de la otrora Ciudad Amable que es nuestra capital tamaulipeca.
Cuando inicia el año, toda administración debe planear en qué se va a gastar el dinero, la forma en que se hará y de donde sacarán los recursos, que en gran parte surgen de los impuestos y participaciones estatales y municipales.
Ahora, el alcalde Alejandro Etienne Llano deberá platicar con los miembros de su Cabildo para considerar la forma en que se invertirá lo que queda del presupuesto 2014, y que, seguramente, será insuficiente para cubrir todo lo que se refiere a infraestructura vial, porque créannos, hay mucho daño por lluvias, aunado al ya existente que se tenía planeado reparar, nuevas arterias y todo lo que implica dinero, así de sencillo: dinero para trabajar, para construir, para reparar.
El alcalde Etienne dispuso inmediatamente que se tape un poco de lo mucho que hay de daños, y entendemos que es imposible estar en cien lugares a la vez, aunque ciudadanos afectados ya han mostrado su indignación por la tardanza en las obras, y piensan que no se hace mucho que digamos; otros, pesimistas como siempre, consideran que se da prioridad a las calles de los “ricos” y no a las de los “pobres”. No entendemos lo anterior, porque desde que recordamos haber nacido, nunca nos han dicho: “esta calle es para ricos o pobres, esta para gente de sangre azul” o algo por el estilo.
Entendemos que se da prioridad a las arterias que más tráfico tienen, es decir, las que más se utilizan para el tráfico vehicular, sea cual sea la zona, de forma que hemos de ver pronto la manera en que se coordinan para solventar esta imprevisto.
Y, seguramente, habrá que reconsiderar el gasto del dinero que queda, para que entonces se pueda atender la demanda principal de la ciudadanía en este momento, aunque hay que comprender que hay otras cosas que se tienen que hacer, que no tienen fecha de prórroga y se deben atender de igual manera: con prontitud y eficiencia.
No podemos criticar por sistema lo que se hace, y es menester dar el voto de confianza a quienes están trabajando este día en arreglar un poco los pozos que dejaron las lluvias, que si bien es cierto dejan más beneficios que nada, hay que preguntar a los vecinos de colonias afectadas y vialidades truncas, porque ellos son los verdaderos jueces que determinarán si el recurso fue bien empleado.
Etienne es un buen alcalde y todos lo sabemos, o casi todos, y ahora, tendremos que esperar a que se comienzan –prosigan, mejor dicho- los trabajos de embellecimiento de la ciudad, entendiendo como tal el arreglo de nuestras calles.
Si es importante tener la paciencia necesaria que nos permita salir adelante en estas cosas, y sobre todo, ayudar en la medida que debamos hacerlo, para que, entonces, la autoridad, con el inminente apoyo del estado pueda poner cartas en el asunto y ver las calles reparadas.
No olvide el lector: hay mucho qué hacer al respecto, y si bien es cierto que nuestras calles son las más importantes para cada uno de nosotros, hay más de 300 mil ciudadanos con necesidades y todos tenemos el mismo derecho, por lo que resulta prácticamente imposible hacer todo al mismo tiempo.
La autoridad municipal tendrá que replantear su Plan de Desarrollo en cuanto a prioridades y recursos, y para ello, se tendrá que hacer uso de las instancias legales correspondientes, a fin de contar, de nuevo, con calles en buen estado.
El voto de confianza es necesario, pero también hay que exigir que se hagan las cosas bien y a la primera, como reza aquel viejo adagio.
Comentarios: entrenos@prodigy.net.mx
