El apagón registrado anoche en Ciudad Victoria, por más de una hora, al sector productivo le causó problemas graves; pero más a la sociedad, sin que ningún (alto) burócrata de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) hasta el momento ofrezca disculpas públicas por esa falla, que ocurrió en la subestación de Güémez, según dicen, cuando, precisamente, decenas de empleados se daban gusto cortándoles la energía eléctrica a usuarios que no pagaron a tiempo su pésimo servicio.
Hay hogares donde el apagón causó estragos en aparatos eléctricos como hornos de microondas, refrigeradores, neveras, aire acondicionado y ventiladores; equipos de cómputo e impresoras; los módem de internet, radios, planchas, lavadoras y secadoras, entre otros artículos que utilizan energía eléctrica para funcionar.
Sin embargo, todo hace suponer que al superintendente (de la CFE) en Ciudad Victoria, Gabriel Navarrete Navarro, le valdría un sorbete pedir disculpas a la sociedad afectada por el mal mantenimiento de la planta, o reparar el daño causado, puesto que si no se ha dejado ver ante quienes le reclaman abusos tarifarios, menos les haría frente a los consumidores, que, con la mano en la cintura, podríamos mandarlo al carajo por inepto.
¡Y vaya que sumamos miles!
De cualquier forma el mal ya está hecho.
Lo sufren centenas de educandos (de los tres niveles educativos), al no concluir anoche sus tareas; tampoco tomar una ducha antes de irse a dormir ni bolear zapatos o cenar, por falta de luz –igual que sus padres--, quienes hoy, tampoco, pudieron hacerlo entre la madrugada y amanecer, simple y llanamente porque muchos focos se fundieron (por el apagón); y varios de los aparatos electrodomésticos resultaron averiados.
Entre varias versiones, se dijo que la “torrencial” lluvia de la tormenta tropical Dolly fue lo que causó estragos en la subestación de Güémez, pero obviamente el cuanto nadie se lo tragó, pues ni siquiera en Altamira, Tampico o Madero se registró un apagón como en Ciudad Victoria.
Y eso que allá en el sur sí cayó bastante agua.
En fin, hay que esperar con qué rollo sale la CFE, para justificar todo el daño que nos causó en la víspera.
¡Ah!, por cierto: ¿También habremos de pagar por el servicio que no se brindó?
Digo que sí, a menos que en el próximo recibo hagan el descuento.
¿Usted lo cree? Yo tampoco.
Ineficiencia exhibida
El infame apagón, se dio cuando más entusiasmado estaba tratando de analizar las bondades de la reforma energética –un logro que Enrique Peña Nieto mucho cacareó, en su mensaje a la Nación, con motivo de su segundo informe presidencial--, con que se proyecta rescatar la industria para hacerla ¡por fin! productiva.
Hace meses, en este mismo espacio, mostré mi desacuerdo porque inversionistas extranjeros se involucraran tanto en la producción como en la comercialización de la luz, pero conforme más me fui enterando de las prebendas que tienen los funcionarios y trabajadores sindicalizados; sus múltiples enjuagues, el tráfico de influencias, plazas, así como el saqueo indiscriminado de materiales (en complicidad con superintendentes), más los altos consumos de energía causados por ellos y su parentela (que no pagan), lo menos que hice fue modificar mi apreciación.
Sólo así, creo, se acabaría con tanto pillaje en la CFE.
Trabajo en equipo
Hay tres aspectos del mensaje político presidencial que atraparon la atención por su claridad, sensatez y la aceptación pública de que todavía hay mucho por hacer.
“Jugar en equipo”, es el primero, con que Enrique Peña Nieto aceptó la contribución de las tres fuerzas partidistas mayoritarias, para mediante el “Pacto por México” establecer la necesidad de promover las reformas a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Evitar crear otro monstruo burocrático --para ir al rescate de quienes menos tienen--, en lugar de Oportunidades, pues con el personal que ahí labora es más que suficiente para cumplir los compromisos que conlleva la nueva estrategia presidencial en la materia, es el segundo.
Y, el tercero, el reconocimiento público de que el número de pobres, desde hace tres décadas, no ha disminuido, aun cuando haya delegados que, durante el último año, se encargaron de asegurar que en México ya no había tanta pobreza.
Por causa del apagón se averió la computadora donde redactaba el análisis del mensaje presidencial.
Pero en lo sucesivo retomaré el tema para exponerle ampliamente mis puntos de vista.
Riesgo por Dolly
La tormenta tropical Dolly podría haber impactado anoche en el sur de Tamaulipas con fuertes vientos y copiosas lluvias, por lo que la alerta (hasta el cierre de esta colaboración) se mantenía en rojo, al menos en Tampico, Altamira y Ciudad Madero; en naranja en Soto la Marina, San Fernando, Matamoros y Aldama; y en amarillo los municipios de la zona centro.
Estemos al pendiente de lo que recomiende el Gobierno del estado en las próxima horas, a fin de evitar mayores riesgos.
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