1.- Con espíritu “aguafiesta” los partidos de oposición al PRI aprovechan la coyuntura que les ofrece el II Informe de Gobierno de Enrique Peña Nieto para denostar el ejercicio de una administración que si bien no ha resuelto los dos grandes problemas del país, el económico y el de la inseguridad, si ha demostrado habilidad política para coordinar y sumar fuerzas en un solo sentido, la construcción de piso firme sobre el cual edificar una nueva realidad con mejores horizontes para los mexicanos.
De todas maneras, pese a los esfuerzos de las dirigencias azules y amarillas, los Tricolores ayer estuvieron de fiesta, las sedes del PRI en los municipios y la estatal con Rafael González Benavides al frente se reunieron para presenciar a distancia la participación del Presidente Peña en su mensaje a la nación.
En el contrapeso, ahora alcaldes gobernadores, legisladores locales y federales de todo el país empiezan a partir de hoy a abrir fuego del bueno, ametrallar con conceptos a favor de lo realizado por el Jefe de la Nación, la cuestión es que estudien a fondo el documento para destacar lo mejor de él, pero con conocimiento pleno, no con verborrea hueca que poco ayuda a la causa, sólo así podrán hacer frente a los adversarios. Y en política todo esto cuenta.
2.- Cambiando de tema, la nueva misión asignada al diputado federal Marco Antonio Bernal Gutiérrez le pude dar una de dos cosas: el éxito o el fracaso; el primero impulsará su encumbramiento político que no necesariamente tiene que ser la candidatura de la gubernatura de Tamaulipas y en el segundo de los casos, propiciaría una pauta en el camino como le ocurrió en el pasado.
No es cualquier cosa ser el mediador como Comisionado de la Cámara de Diputados en uno de los peores desastres de impacto ecológico que ha sufrido el país. Usted sabe, la contaminación del río Sonora es algo muy grave en estos tiempos en que el tema de conservación de la naturaleza es sumamente importante y se torna de lo más delicado cuando tiene que ver con la afectación de la actividad agropecuaria, además de poner en riesgo la salud y la vida de muchísimas personas.
A Marco parece que la historia lo persigue, igual que cuando fue comisionado en Chiapas “sonaba” mucho para gobernador, decían los cercanos al círculo de poder central de aquella época, que Bernal Gutiérrez gozaba y quizá sigue gozando del aprecio de Carlos Salinas de Gortari a la sazón presidente de México.
Sin embargo no fue el favorito a la hora crucial, el elegido resultó Manuel Cavazos Lerma y para el siguiente proceso Marco sólo fue comparsa en la lucha interna donde todo estaba listo para que Tomás Yarrington resultara ungido como candidato.
Marco Antonio Bernal, nunca ha competido en una campaña político electoral, todos sus puestos le han llegado por la vía plurinominal, ese método cuya legitimidad hoy está en debate. Ha sido senador y dos veces diputado federal por el más puro y ejercitado dedazo. También fue líder nacional de su sector la CNOP.
Hoy como todos sabemos Bernal Gutiérrez está en el candelero político cuerpeado por Manlio F. Beltrones y la sombra de Salinas de Gortari; suena mucho debido a su importante participación para sacar adelante la Reforma Energética y ahora se ha sacado la rifa del tigre con su “comisión”, los resultados pueden ser favorables y definirle un mejor futuro político, que no precisamente puede ser la candidatura a gobernador de Tamaulipas por el PRI.
El Partido Tricolor buscará en su momento (falta algo así como año y medio) una carta que le garantice la victoria o cuando menos una votación copiosa para poder aspirar a un triunfo contundente y ese tamaño no se le ve a Bernal. Una cosa es la capacidad –que no se le niega- y otra es el arraigo, la presencia, el carisma y otros atributos que convierten a un candidato a una carta triunfadora.
Por lo pronto Bernal Gutiérrez tiene una nueva oportunidad que pone a prueba su habilidad negociadora y no hay duda de que es uno de los tamaulipecos mejor posicionados en el centro de poder de este país.
