Reynosa, Tamaulipas (Notimex).- La intención inicial de Rosa Amelia Brondo y su esposo Elio Palacios era aprender a bailar salsa, sin embargo, el destino los llevó por otro camino y no sólo aprendieron sino hasta fundaron el primer grupo “Danzoneros de Reynosa”.
Rosa Amelia Brondo, quien vive en Reynosa desde hace muchos años, es originaria de Guadalajara, Jalisco, nunca pensó que el Danzón se convertiría en una de sus más grandes pasiones.
La fundadora del grupo “Danzoneros de Reynosa”, reconoció que hace más de siete años ella y su esposo tuvieron la inquietud de aprender a bailar salsa.
Mencionó a Notimex que llegaron a una academia de baile local pero las clases de salsa ya habían culminado por lo que decidieron tomar un curso de tango, que era otra de las técnicas de baile que se impartían en ese lugar.
Refirió que después de unos meses arribaron por primera vez a Reynosa un par de maestros que traían la misión de impartir danzón en la academia de baile en donde ella y su marido ya bailaban tango.
“Desde el primer día que empezamos con las clases de danzón, quedamos enamorados de su técnica, su estilo y de todo lo que te permite sentir, es muy diferente a otros bailes”, dijo.
Rosa Amelia apuntó que desde hace más de seis años comenzó a bailar danzón, práctica que al principio era un hobby pero que después de “conocerlo y aprender su técnica” se convirtió en pasión de vida.
Fue así como desde hace seis años, del 2008, Rosa Amelia y su esposo Elio fundaron el primer grupo de danzoneros de Reynosa, mismo que encabezó el primer congreso nacional de Danzón celebrado recientemente en esta frontera.
“Es un gran orgullo para nosotros que por primera vez las autoridades locales y estatales creyeron en nuestro proyecto y nos apoyaron a realizar este evento que tuvo una duración de tres días”, dijo.
En entrevista exclusiva, indicó que en el Primer congreso de Danzón que se realizó el pasado fin de semana en las instalaciones del Parque Cultural asistieron participantes de entidades como Veracruz, Oaxaca, San Luis Potosí, Querétaro, Distrito Federal, Sonora, Coahuila, Nuevo León, Chiapas, Jalisco, Guanajuato y Tamaulipas.
La fundadora del grupo Danzoneros de Reynosa señaló que la finalidad del evento, mismo que calificó como exitoso, es la de rescatar las tradiciones que llevan más de un siglo en territorio nacional.
“Este tipo de eventos son importantes porque nos ayuda a fortalecer el desarrollo cultural del país”, indicó.
Agregó que con eventos de esta naturaleza, además de fomentar la cultura, se logra un impacto social, turístico y económico en la ciudad.
Dijo que a la fecha existen tres grupos de danzoneros en Reynosa, de unos 15 a 20 integrantes cada uno, quienes domingo a domingo dan rienda suelta a sus mejores pasos en la explanada de la plaza pública Niños Héroes, ubicada en la zona centro.
Rosa Amelia mencionó que es tal su gusto por el danzón, que actualmente ella y su esposo Elio imparten clases gratuitas con el fin de que esta tradición perdure en la localidad y el país entero.
Aunque reconoció que este baile nació en enero de 1879 en Matanzas, Cuba, llegó a México por Mérida y de ahí se pasó a Veracruz y así sucesivamente fue invadiendo el país.
La ahora maestra de este baile no disimula su emoción al precisar que el Danzón tiene muchas cualidades, entre ellas permite cierta intimidad al momento de bailarlo, “te mantienes cerca de tu pareja y las mujeres nos lucimos, ya que el hombre hace que te luzcas”.
Aceptó que no es un baile fácil de ejercitar, pero que con un poco de esfuerzo y coordinación se logran los pasos que la música va marcando.
“Tiene cierta complicación, lo que hace que te esfuerces un poco y eso te ayuda a tener activo el cerebro, situación que permite evitar algunas enfermedades como el Alzheimer además te lleva a relajarte y aprendes mientras escuchas una buena música”, dijo.
Destacó con beneplácito que al grupo Danzoneros de Reynosa ya se integraron ocho niños de ocho y nueve años de edad, quienes debutaron en el pasado congreso Nacional de Danzón.
“La idea es dejar un semillero, es decir que las nuevas generaciones conozcan, practiquen y quieran esta disciplina, para que ellos den continuidad y tal vez algún día lo enseñen”, dijo.
Ataviada con un vestido largo, color beige, sin mangas, refirió que en este baile el vestuario y accesorios deben ser elegantes, propios para hacer lucir a quien ejecuta los pasos ya sea en un escenario o simplemente en un lugar privado.
“El vestuario tiene que ser elegante como la música, pues ambas cosas emergen mientras estas bailando”, concluyó.
