Muchas veces hemos comentado acerca de la necesidad de que haya diputados de representación proporcional; el tema está sujeto a un intenso y desigual debate. En lo personal, somos de la idea de que no debieran existir.
Dicen los partidos minoritarios que son necesarios, porque de otra forma no tendrían representación en el Congreso y sus voces no serían escuchadas, a lo que nos cuestionamos si es válido ser representante de nadie, o sea, si nadie los eligió, si no tienen la fuerza social para siquiera obtener uno1.5 o 3 por ciento de los votos, por qué deben estar en una curul cobrando como si fueran realmente trabajadores, y además, en una Cámara donde se supone se conforma por representantes populares, ellos no representan a nadie. Dicho sea con todo respeto.
El porcentaje mínimo debe ser para mantener el registro y no para mantener zánganos, creemos.
El presidente del Partido Revolucionario Institucional en Tamaulipas, Rafael González Benavides, en conferencia de prensa, habla de lo que solicitará el tricolor a nivel nacional para reconfirmar una nueva legislatura que sea, realmente, acorde a la representación popular y no a los caprichos de los que gobiernan y en las listas plurinominales ubican a sus cuates, que no tienen más acercamiento social que el del mandatario y sus cercanos, o sea, nadie los quiere como tales, pero se empeña el sistema en ubicarlos en un Congreso que debe ser respetado en su esencia.
Cien diputados plurinominales menos y 32 senadores menos, lo que significa un importante ahorro para el erario federal que sangra cada vez más a los ciudadanos y nos da nada a cambio de servicios y garantías. Nos parece excelente la propuesta.
Para tal efecto, se llevará a cabo una consulta ciudadana en la que seremos nosotros –teóricamente- quienes decidamos si se propone reducir los sueldos de estos señores en número y, obviamente, cantidad.
Es lo que propone González Benavides un reclamo social y, siendo el PRI el máximo representante de la sociedad tamaulipeca en base a su número de votos, tiene la autoridad para exigir, pedir, solicitar la disminución de plurinominales.
González Benavides toma la palabra en base a la nueva ley para asumir una postura más democrática, lo que nos parece en lo personal excelente. Ya hacía falta, pues.
Considera las siguientes ventajas: tener una democracia más eficiente que se traducirá en un importante ahorro presupuestal; el poder legislativo tendrá un mejor diálogo con la sociedad y podrá servirle mejor. Aquí urge que los legisladores recuerden sus orígenes y se dejen de vidas de lujo y Suburbans, de gastos superfluos y se dediquen a ser nuestros verdaderos representantes.
Dice Rafael que lo anterior facilitará la construcción de acuerdos en el Congreso de la Unión, serán más diputados electos por mayoría relativa, lo que es totalmente justo y natural en un régimen democrático.
Podrán participar las minorías, siempre y cuando tengan representantes verdaderos y no de oropel.
Y seguramente, como habrá menos vividores y golondrinos, habrá más calidad en el debate.
Porque realmente da flojera ver a quienes nunca supieron qué es una necesidad, que se cobijan publicando acuerdos del Congreso y colgándose medallas ajenas.
En ese sentido entendemos que se mejoraría la vida democrática nacional.
Tamaulipas tiene también plurinominales, aunque de ellos han surgido importantes políticos que realmente trabajan por su gente; un claro ejemplo lo vemos con Ramiro Ramos Salinas, quien se ha convertido en un político con alto contenido y visión social, pero, de eso hablaremos en otra ocasión.
Por lo pronto, hay que apoyar la propuesta para que se disminuya el número de golondrinos que llegan sin que nadie los quiera tener ahí.
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