No extraña que el Senador Francisco Javier García de Cabeza se encuentre inmerso en un nuevo escándalo. Ahora, medios nacionales y columnistas han revelado su presencia en una reunión con funcionarios del Gobierno federal y del PRI para comprometer su voto a favor de la Reforma energética a cambio de beneficiar a la empresa Oceanografía.
Sin embargo al darse a conocer el grado de corrupción de la citada empresa, los Senadores y Diputados Federales panistas optaron por cambiar el favor por contratos y presupuestos a negocios de diversas índoles cuyos dueños eran compadres y amigos de los blanquiazules.
Junto a Cabeza de Vaca se relacionan los nombres de Juan Bueno Torio, Rubén Camarillo y Francisco Domínguez, aunque hay quienes señalan que Salvador Vega Casillas y Jorge Luis Lavalle también participaron en dicha reunión. A los primeros inmiscuidos se les conoce como los cuatro jinetes (apocalípticos) del PAN.
En el caso del también presidente de la Comisión de Reforma Agraria se trata de un asunto espinoso como los que siempre le han acompañado a lo largo de su vida. Tras dejar su faceta de parrandero y amante de lo ajeno, Cabeza de Vaca halló en la política el medio para dignificar su maltrecha imagen ante la sociedad.
Como alcalde de Reynosa protegió los excesos de sus colaboradores y prodigó millonarios contratos a sus amigos y familiares, a grado tal que en 2012 a través de diversas mantas en Reynosa salió a relucir su relación cercana con los hermanos Bribiesca, Tomás Yarrington Ruvalcaba y Antonio Peña Arguelles, todos con investigación por peculados y nexos con la delincuencia organizada.
Jorge Alberto y Manuel Bribiesca Sahagún han sido señalados de tener ligas con Oceanografía, empresa para lo cual hoy como Senador Cabeza de Vaca habría pedido favores a los enviados de Gobierno y del PRI a cambio de su voto a favor para la aprobación de la Reforma Energética. Es claro que todo se ajusta a la revelación hecha por periodistas de la capital del País.
El panista ya salió a “limpiar” su nombre aduciendo que todo lo que hicieron fue por el mejor interés del País, un argumento endeble, barato y sin efecto. Hipocresía pura.
LA TRAMA DE PEPE BENITES
Lejos de reconocer sus errores a Pepe Benites le da por inventar tramas. “Alguien me quiere fuera de El Mante”, “es fuego amigo”.
Al embajador político del gobierno en nuestra ciudad le gusta jugar al “Mata Hari” y luego anda de asustado. En Mante su presencia se ha vuelto incómoda en varios sectores, a los grupos políticos los trae de promesa en promesa, ya no le creen, dudan de su palabra. A los empresarios les ha quedado a deber reuniones con el gobernador y secretarios de gobierno.
Lo malo es que José siente que con entregar despensas es apto para contender por la candidatura a la diputación federal por el sexto distrito, lo que solamente vendría a contaminar el ambiente tras la irrupción violenta de Alejandro Guevara Cobos, Beda Leticia Gerardo, Rafa Méndez Salas y Javier Villarreal Terán.
Los bonos de Pepe hoy son bajos. Lejos de pensar en calenturas políticas debe centrarse en su función principal, ser enlace efectivo y afectivo del Gobernador en esta ciudad. Si Pepe se distrae como lo hace se lleva en el paquete a su patrón.
NO ESTABA BEDA… ANDABA DE PARRANDA
Beda Leticia Gerardo le apuesta a la equidad de género más allá de cualquier capacidad o logro que pudiera tener como lideresa de los trabajadores del Seguro Social o ya como priista.
Tras desaparecer largamente de los reflectores públicos y esconderse de sus agremiados, Beda reaparece, no andaba b..eda, anda de parranda, pues en el Facebook su hija no se cansa de presumir los constantes viajes que suele realizar con su mamá.
Muy pobres argumentos de doña Beda como para que su partido la tome en serio. No puede con los suyos, menos con el priismo hoy más que nunca exigente a la hora de ponerles candidatos.
