México, D.F.- Desde 1790, cuando México era un virreinato, el conde de Revillagigedo, Juan Vicente Güemes Pacheco intentó crear un archivo general con todos los documentos oficiales, pues vio la necesidad de clasificar y almacenar de mejor manera esa documentación.
Lo llamó Archivo General de la Nueva España y se mandaron a hacer presupuestos para las respectivas adecuaciones en el Castillo de Chapultepec que lo albergaría, pero el proyecto no se terminó y los documentos siguieron guardándose en el palacio virreinal y otras oficinas administrativas; incluso algunos se perdieron.
Fue hasta después de la Independencia que se creó un sitio donde almacenar la nueva y antigua documentación del país: el Archivo General y Publico de la Nación, creado el 23 de agosto de 1823 y ubicado originalmente en Palacio Nacional, en el Zócalo de la capital.
Durante el siglo XIX el Archivo General pasó por numerosas vicisitudes, su estatura administrativa fue reducida durante los gobiernos de Santa Anna. Se dice incluso que durante su presidencia itinerante, Benito Juárez llevaba consigo los documentos que consideraba más importantes.
En 1918 el archivo cambió su nombre por el actual: Archivo General de la Nación y parte de su acervo fue trasladado al templo de Guadalupe o Casa Amarilla, en la colonia Tacubaya.
Entre 1973 y 1977 se intentó trasladarlo al Palacio de Comunicaciones, pero el espacio resulto insuficiente y el archivo histórico de nuestro país se mudó a la vieja prisión de Lecumberri, donde se mantiene hasta hoy.
Los documentos tardaron 5 años en ser trasladados debido a las adecuaciones que se tuvieron que hacer al lugar por su mal estado.
Al día de hoy, además los acervos documentales y gráficos, el Archivo General de la Nación ofrece los servicios de biblioteca y hemeroteca, visitas guiadas, proyecciones de cine y exposiciones entre otras actividades que pueden ser consultadas en la página de internet http://www.agn.gob.mx/.
Su acervo cuenta con siete galerías de documentos del Estado Mayor Presidencial, escritos de las instituciones coloniales, colecciones de particulares, ilustraciones, cartografías, fotografías y registros audiovisuales.
Su hemeroteca contiene una colección de los siglos XIX y XX, además de ejemplares del Diario Oficial de la Federación de siglos pasados y recientes.
