Familias de barrio 21 de Marzo de Reynosa, lo pierden todo

Reynosa, Tamaulipas.- Son cientos de familias de la Colonia 21 de Marzo en Reynosa, las que lo han perdido todo, tras la creciente del río Bravo, que solo les dio tiempo de ponerse a salvo y rescatar algunas pertenencias.
 
En dicho sector se palpa la pobreza, la mayoría de sus habitantes se dedican a la  recolección de basura en carretones, algunos otros ayudantes de albañil y obreros.
 
Hace cerca seis años, a sabiendas del riesgo que representa vivir en las márgenes del Bravo,  las familias llegaron y se posesionaron de manera irregular, “Teníamos necesidad de un lugar en donde vivir”, comentó la Señora Reyna Hernández, quien desde el bordo del canal observa a lado de su padre el techo de su humilde vivienda que sobresale de la inundación.
 
Para  hacerse de un predio, fueron  comiendo espacio a la ribera del río Bravo, poco a poco fueron rellenando con  escombro y deshechos, para construir su casita de madera.
 
Reyna y su padre pasan los días bajo un techo improvisado de maderos y una lona, atados con mecates, cuentan con unas viejas literas de hierro y  una colchoneta, una silla y un tanque de gas, ahí ven pasar los días, “Hay veces en que yo me voy al refugio, luego vengo y le doy vueltas a mi papá…Él no se quiere ir de aquí, estuve unos días con mi hija en Cavazos, pero allá también ya se inundo todo, no tenemos a donde irnos”, refirió.
 
El futuro para estas familias es ahora incierto, aunque las autoridades han hablado de una reubicación para los habitantes de zonas inundadas, no se ha dicho para cuando, mientras tanto la necesidad esta presente entre los damnificados por la crecida del río.
 
A pesar de la tragedia por la que atraviesan, dicen,  no se retiraran de ese sector altamente de riesgo e irregular, pues no tiene más a donde ir, manifestó  el hombre de la tercera edad quien prefirió no dar su nombre, por temor a todo, argumento… “Ya no creemos en nada ni nadie… solo nos prometen, dicen que nos van a reubicar allá por atrás del Esfuerzo, todo aquel lugar se inunda, vamos a estar peores, de perdido aquí,  arriba del bordo estamos bien seguros”.
 
“Nada más vamos a esperar a que se seque el agua, y nuevamente vamos a rellenar con escombro para subir la casa hasta aquí…. Si nos movemos ahorita va a llegar alguien más y nos va a ganar el terreno”, dijo el hombre, acostado desde la litera, soportando una temperatura de 38 grados centígrados.
 
En la  21 de Marzo en Reynosa la pobreza es general, niños, jóvenes, adultos y ancianos padecen hambre, urgen de ayuda, en grupos claman auxilio, lo expresan  en su rostro y a través de lonas que han colgado en los refugios y en algunos vehículos, “Necesitamos ayuda”, “Ayúdenos por favor, como nosotros hemos ayudado en otras ocasiones a los que han pasado por lo que ahora nosotros pasamos”, son algunos de los textos que se leen.
 
Mientras tanto los pronósticos de lluvias están presentes, les llueve sobre mojado, sin más en donde vivir y ante la negativa de querer abandonar la zona irregular, las familias permanecerán en el lugar, que lleva inundado más de dos semanas, hasta que el nivel del río vuelva a su normalidad, empezar desde cero y volver a construir en el bordo del Bravo.
 
Sin embargo lo más idóneo, es que  las autoridades resuelvan la situación de los cientos de damnificados, y prohíba que estas familias se sigan arriesgando y no seguir más con un futuro incierto.