Fue un terrible error el que cometió el entonces presidente Calderón. Convirtió en candidata del PAN al gobierno de Michoacán a su hermana; su débil defensa consistió en decir que ella era ingobernable y que tenía una carrera propia.
Fue un grave error porque bajo todos los escenarios perdía: sí ganaba las elecciones todos habrían dicho que cómo no ganar la batalla con el apoyo de Los Pinos; si perdía -como fue- era más una derrota del titular del Ejecutivo que de la conocida como la Cocoa.
¿Cómo ignoró al Estado Mayor el Primer Mandatario, en el sentido que hacer campaña un miembro de la familia presidencial en Michoacán, era un boleto para morirse? Un atentado contra la hoy senadora de las República hubiera puesto en riesgo la estabilidad nacional.
Eso si, días después de que el Instituto Electoral de Michoacán le dio la constancia de mayoría a Fausto Vallejo, me dijo la ex candidata derrotada azul, en una entrevista para radio, que cómo no iba a ganar su oponente si le financió la campaña el crimen organizado.
Le reviré diciendo que la acusación era grave, y que el que acusa debe de probar sus dichos. Y hasta le dije que sí eso era cierto, le correspondía a la PGR del gobierno de su hermano investigar al gobernador electo.
Sus malquerientes decían que hablaba por la herida, que su terrible derrota era tan tan grande como la mentira que manejaba.
A unos años, debemos darle toda la razón a la legisladora federal: Michoacán era un narcoestado. Y también hay que decir que quien resolvió el problema no fue Acción Nacional, sino el PRI, investigando y deteniendo a sus correligionarios.
En unos días concluirá un penoso gobierno que empleó a 3 gobernadores y el próximo 5 de julio habrá elecciones para escoger a un titular del Ejecutivo, 24 diputados por mayoría relativa, 16 diputados por representación proporcional y 113 presidentes municipales.
Todo indica que la Cocoa se volverá a presentar, porque la razón le asiste. Ella será la candidata del PAN al gobierno del Michoacán con amplias posibilidades.
Lázaro Cárdenas, nieto del General, dejó muchísimo que desear, y el retorno del PRI fue literalmente criminal.
Seguramente en Los Pinos ya se analizan distintos escenarios; uno de ellos es entregar la plaza.
Si la Cocoa gobierna Michoacán sería un guiño perfecto, políticamente hablando, con el ex presidente Calderón. Que aunque muchos dicen que está metros bajo tierra, una parte muy importante de Acción Nacional sigue con él. Recordemos que le entregó la banda tricolor a un tricolor, sin contratiempos. Eso se paga.
Si la Cocoa gobierna Michoacan, el PRD que lo apoyaría, también se sentiría apapachado.
Si la Cocoa gobierna Michoacan, saldría Alfredo Castillo como un héroe y un fortalecido bombero de Los Pinos; listo para salvar otra entidad en las mismas condiciones.
Si la Cocoa gobierna Michoacán, el Presidente ganaría perdiendo. Si la Cocoa gobierna Michoacan, vaya ironía, el PRI saldría ganando.
Y claro , Fausto Vallejo, Reyna y el Gerber vivirían tras las rejas, como ejemplo perfecto de que en este gobierno no se patrocinan a entidades manejadas por los cárteles de las drogas y las bandas criminales.
Si la Cocoa gobierna Michoacán, que nadie se sorprenda que el PAN pierda las gubernaturas de Baja California Sur y Sonora.
¡Ya lo verá!
*Periodista, editor y radiodifusor
@GustavoRenteria
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