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Lucha electoral

Por: Carlos Santamaría 27/07/2014 | Actualizada a las 14:42h
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Como en los buenos tiempos, ha comenzado la lucha electoral. Algunos prefieren enfatizar el término “proceso”, pero la verdad es que los institutos políticos tienen verdadera necesidad de iniciar las hostilidades contra sus iguales, en aras, unos, de conservar las posiciones que ganaron en los últimos comicios y los otros, por lógica, con el deseo de reconquistar la voluntad popular, acallada por unos cuantos, manipulada por otros, pero que en los números les resultó adversa.

Hay cosas en un proceso electoral que no se pueden comprar con cualquier cantidad de dinero, y que se tienen que ganar, y es la voluntad del votante, que, finalmente, es lo que vale.

De nada sirve que un instituto quiera convencer a unos cuantos a base de dádivas o cosas que no tienen nada que ver con el proselitismo tradicional; no es aferrarse a lo de siempre, pero, si ha funcionado, ¿para qué cambiar las formas de llegar?

Las lucha está en todo su apogeo: recientemente, el PRI anunció algunas estrategias que vendrán a reforzar las campañas oficiales. Tenemos a Pepe Cárdenas en la parte cibernética y de redes sociales, o a Carlos Guillermo Morris en el municipal de la capital, donde esperan obtener un buen triunfo en 2015.

Sin embargo, es prudente señalar que algunos miembros de los equipos de los partidos hacen, al parecer, todo lo posible por alejar a sus más consumados “aliados”, entendiendo lo anterior como el que nos espantan, nos corren, hacen que no queramos saber más de ellos.

La buena política, o al menos así lo creemos, es la que se encarga de sumar voluntades en torno a un proyecto determinado que surge en el seno de un instituto político, y que es apoyada por un gran número de personas, porque finalmente, en un régimen democrático, gana el que más votos obtiene, importando muy poco si es la mejor opción: la que la mayoría vota esa queda, y ya, así de claro.

En el caso del PRI, tiene una gran ventaja con un presidente que es conocido en la entidad por su calidad humana: Rafael González Benavides es un hombre que ofrece la garantía de la claridad y honestidad; en el PAN, hay otros valores que su presidente destaca y trata de transmitir a la ciudadanía.

Del PRD, entendemos que tienen algunas cosas que hacen que tengan adeptos, pero no conocemos siquiera su forma de pensar o de ver las cosas, y mucho menos de otros partidos, los llamados “chiquitos” y que en la entidad tienen poca o nula fuerza política o popular… o ambas.

Hay dos fuerzas en Tamaulipas: PAN y PRI, porque los otros institutos no tienen presencia significativa. En tricolor ha gobernado en la entidad y ha tenido sus resultados que le permiten ser el que marca la pauta, sin embargo, el blanquiazul viene apretando muy fuerte, prueba de ello es el resultado de los anteriores comicios.

Surge un bipartidismo que tendrá como resultante a los diputados federales de la próxima legislatura, así como algunos alcaldes que tienen su trabajo bien posicionado, aunque uno que otro no supo qué hacer con la honrosa responsabilidad.

El caso es que estamos ya en la víspera de la elección, y lo que sucede a partir de hoy y hasta el día de la elección será responsabilidad de los partidos políticos.

Hay que cuidar el desempeño de todos, y también, la manera en que llegarán a una ciudadanía harta de mentiras y demagogias, que quiere cosas claras y desea fervientemente ser representada realmente en las cámaras del gobierno federal: diputados y senadores, que es donde el poder se enaltece y se fortalece.

Llega el tiempo, al término del período vacacional, de iniciar lo que será una guerra sin cuartel, sin tregua, donde el mejor se levantará victorioso en los comicios, para representar a una ciudadanía ávida de tener un digno ciudadano que hable por ellos.

Comentarios: entrenos@prodigy.net.mx

Carlos David Santamaría Ochoa,

(México, D.F., 1957) Licenciado en Relaciones Públicas, Maestro en Trabajo Social y maestro en Comunicación; Doctor en Comunicación y Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela (Galicia, España). Diplomado en periodismo y en locución ( U.A.T.) Periodista desde el año de 1979.

Jefe de fotografía del periódico El Heraldo de México (1979).

Ha colaborado en los diarios locales El Mercurio de Tamaulipas, El Diario de Ciudad Victoria, La Verdad de Tamaulipas y en revistas como Poste Restante, A quien Corresponda, entre otras. Fue corresponsal del diario El Nacional, de la revista Época de México y de radio grupo ACIR. Fotógrafo profesional desde el año de 1978.

Fue jefe de prensa del Instituto Estatal Electoral en Tamaulipas y del Hospital General de Ciudad Victoria. Actualmente se desempeña como profesor de periodismo y fotografía en la licenciatura en Ciencias de la comunicación, en la Universidad Autónoma de Tamaulipas, donde también colabora como investigador.

Es presidente de Vive con Diabetes, A.C., dirige y conduce el programa de radio Al Día en Radio UAT.

Recientemente publicó su primer libro: Diario del Camino, Unidos por la Diabetes.
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