Phoenix,(Notimex).- Arizona debe establecer una moratoria sobre cualquier uso de la inyección letal para las ejecuciones, señaló hoy en un editorial el diario The Arizona Republic, dos días después de que la ejecución de un reo en esta entidad se prolongara.
La gobernadora de Arizona, Jan Brewer, “no puede permitir que otra ejecución siga adelante sin tener una seguridad sólida que la pena de muerte se llevará a cabo dentro de las limitaciones de la Octava Enmienda”, que prohíbe el castigo cruel e inusual, aseguró el rotativo.
La ejecución el pasado miércoles del homicida convicto Joseph Wood, en la prisión estatal de Florence, Arizona, se prolongó por casi dos horas, desde que le fue suministrada la inyección letal hasta que fue oficialmente declarado muerto.
Testigos de la ejecución dijeron que Wood se mantuvo “jadeando y emitiendo ronquidos durante más de una hora”.
“El argumento cada vez más irracional de intentar dar muerte humanamente a un homicida convicto se ha quedado sin sustento en Arizona”, aseguró el diario.
“No es humano dejar a un ser humano, aunque merezca la muerte, el jadear en busca de aire durante dos horas antes de morir, como lo hizo el doble asesino Joseph Wood el miércoles”, indicó.
“Un pelotón de fusilamiento, armados con rifles de alta velocidad cargados con municiones de punta hueca, sería más humano”, aseguró.
“Una guillotina afilada sería más humano”, agrego The Arizona Republic, sin embargo, “como sociedad no tenemos el estómago para ninguno” de estos métodos.
“En lugar de ello, nos volcamos hacia un cóctel de sustancias químicas de origen desconocido en nombre de la humanidad -un cóctel que lleva a cabo su tarea mortal tan cruelmente como cualquier método ideado previamente. En nombre de la humanidad”, apuntó.
“Al tratar de fingir que estamos poniendo a estos convictos tranquilamente a ‘dormir’, hemos caído en un protocolo que asegura un horror persistente”, señaló.
“Si esta no es la frase de definición de ‘castigo cruel e inusual’, las palabras han perdido todo significado”, externó.
Tras la ejecución de Wood, un miembro de la familia de sus víctimas dijo que lo experimentado por el reo, “no fue nada” en comparación con lo que sufrieron sus familiares.
The Arizona Republic señaló: “No dudamos ni por un momento” que así haya sido, “pero la ejecución no se trata sólo del convicto y la víctima. Se trata también de nosotros como sociedad, y los ideales y la moral a la que aspiramos”.
“Deseamos que las ejecuciones sean humanas, sin embargo, es evidente que no lo son”. “Deseamos evadir la brutalidad del acto, sin embargo, el método elegido hace que la muerte sea más brutal, no menos”, continuó.
“Por mucho que estos asesinos merecen castigo, nosotros, que cumplimos con la ley, no podemos llegar a convertirnos en brutales asesinos a sangre fría, nosotros mismos”, apuntó el periódico.
“Las dos horas, jadeando del asesino Joseph Wood, es un punto de inflexión”, indicó el rotativo en su editorial.
