Dallas, (Notimex).- La oposición al uso de la técnica de fracturación hidráulica o fracking, para la explotación de gas y petróleo, se extiende a lo largo y ancho de Estados Unidos conforme se populariza esta nueva tecnología.
Hasta el mes pasado, un total de 424 comunidades y entidades del país habían aprobado algún tipo de medida contra el fracking, de acuerdo con el grupo ambientalista Food and Water Watch que trabaja para tener acceso al agua y alimentos libres de contaminantes.
El grupo monitorea los movimientos comunitarios que se organizan en este país para impedir el uso de esta técnica para la extracción de gas y petróleo.
El proceso de fracturación hidráulica requiere que se inyecte agua y productos químicos a alta presión en el subsuelo para romper la roca (esquisto), permitiendo que el aceite o gas atrapado en ella fluya a la superficie.
La técnica no es nueva al comenzarse a utilizar en forma experimental a finales de la década de 1940. Sin embargo, el fracking comenzó a ser mejor aprovechado desde el inicio de 1990 con la perforación horizontal de pozos, lo que vino a popularizar su uso.
De acuerdo con Food and Water Watch, el fracking plantea un riesgo inaceptable para el agua potable, la salud y el futuro de las comunidades próximas a los sitios donde se usa.
También estudios en Texas y Ohio han determinado la existencia de una conexión entre el fracking y el repentino registro de leves temblores.
"Las nuevas tecnologías han hecho que la perforación y fracturamiento hidráulico de petróleo y gas sea más polémico y peligroso que nunca”, aseguró Elanor Bravo, vocera de la asociación ambientalista.
“Esa es una de las muchas razones por las que comunidades y los legisladores de todo Estados Unidos están rechazando el fracking", indicó.
Los opositores al fracking ganaron una importante victoria con una decisión de la Suprema Corte del Estado de Nueva York en junio pasado que autoriza a las ciudades y pueblos el prohibir la técnica de fracking dentro de sus jurisdicciones.
El fallo ha dado esperanza a otros pueblos y ciudades de todo el país que están considerando promulgar sus propias prohibiciones.
En Texas, el cabildo de la ciudad de Denton, en el norte de la entidad, rechazó la semana pasada prohibir el uso del fracking dentro de su jurisdicción, pero la propuesta de impedirlo se mantiene viva y será sometida a plebiscito en las elecciones de noviembre próximo.
En Colorado, los residentes de la entidad también votarán en plebiscito en noviembre próximo dos resoluciones que otorgarían a las ciudades y pueblos de esa entidad el poder de prohibir el fracking en sus municipalidades.
La creciente ola de oposición en todo el país ha conducido al Instituto Estadunidense del Petróleo, la organización que agrupa a las compañías petroleras del país, a emitir nuevas directrices a las empresas para utilizar el fracking de manera más segura y responsable.
Los defensores del fracking sostienen que esta técnica permite extraer las grandes cantidades de hidrocarburos antes inaccesibles, acarreando un beneficio económico para las zonas donde se ubican estos yacimientos.
De acuerdo con datos de la Administración de Información de Energía (AEI), la producción de petróleo y gas natural de Estados Unidos alcanzará este año un máximo histórico.
La AEI, el brazo estadístico del Departamento de Energía, informó que la producción de petróleo en abril pasado fue de 8.3 millones de barriles por día, el promedio mensual más alto registrado desde 1988.
Según la agencia, el aumento en la producción está siendo posible gracias la proliferación de las técnicas de perforación horizontal y al fracking.