Conforme se acerca la fiebre electoral de la ruta 2015-2016, en Tamaulipas poco a poco van cayendo las máscaras y los integrantes del Club de las Cabecitas Calientes van despojándose de falsos rubores, para emprender la cada vez poco menos discreta estrategia de la autopromoción personal con fines futuristas y con cargo al erario.
No es que se trate de algo nuevo ni que estemos descubriendo el hilo negro de la política. Desde que México se abrió a la alternancia política en las distintas esferas de la competencia electoral, los actores políticos han echado a volar la imaginación para encontrar siempre la manera de tratar de “vender” sus presuntas virtudes ante el electoral, aprovechando cualquier espacio o plataforma, o buscando el más mínimo resquicio para evadir las restricciones que marca la ley.
En fechas recientes, a través de las redes sociales hemos visto una gran cantidad de imágenes y textos que hacen referencia a las “desinteresadas” invitaciones que han atendido servidores públicos para participar en ceremonias de graduación escolar en calidad de padrinos de generación. Llamó la atención el hecho de que algunos alcaldes estén aprovechando esta coyuntura para promocionarse fuera de sus respectivas demarcaciones, como ha sido el caso de los panistas Leticia Salazar Vázquez y Carlos Canturosas Villarreal.
Sin embargo, en otros frentes la discreción tampoco ha sido el sello característico de esta estrategia de posicionamiento. Ya hemos mencionado los evidentes afanes promocionales del titular de la SEDESOL estatal, Homero de la Garza Tamez, quien no ha bajado la guardia en sus incesantes recorridos por el estado, y también llamó recientemente la atención el lanzamiento de una estrategia “informativa” por parte del pastor congresal de los priistas de Tamaulipas, Ramiro Ramos Salinas, quien sale a la palestra con la difusión de comunicados a través de un sistema denominado, en el colmo de la obviedad “RamiroRamosNews”.
Y como en la guerra, en el amor y en el marketing político todo se vale, sobre todo cuando salga del bolsillo de los contribuyentes, vale la pena advertir que esto es apenas el comienzo de lo que está por venir. O parafraseando a los célebres y agudísimos “memes” de las redes sociales, asumámoslo con claridad: Si ya saben que se auto promueven… ¿para qué los invitan?
En este contexto, es pertinente hacer referencia que el nuevo marco legal generado por la reciente reforma en materia político electoral establece nuevas restricciones en la materia de promoción de políticos y partidos en medios de comunicación, que han sido ya motivo de una serie de recomendaciones emitidas por el Instituto Nacional Electoral (INE).
A través de la emisión de un documento denominado “Lineamientos generales que se recomiendan a los noticieros respecto de la información y difusión de actividades de precampaña y campaña de los partidos políticos y de los candidatos independientes”, el Consejo General del INE busca combatir lo que algunos de sus consejeros han calificado desde este momento como un “mercado negro de campañas proselitistas en medios electrónicos”.
Y es que hay que recordar que precisamente como parte de las recientes reformas, se ha establecido que aquellos medios de comunicación que se presten al esquema de la “publicidad simulada” en materia político electoral, pueden ser objeto de severas sanciones económicas, e incluso sufrir la revocación de sus concesiones, en el caso de los medios televisivos y radiofónicos.
Y más aún, en los casos en que se acredite esta conducta, puede haber elementos para reclamar la anulación de elecciones, de conformidad con los argumentos que se presenten para la valoración de las autoridades competentes en materia electoral.
El asunto para nada es menor, y sin duda implicará que “suspirantes” y partidos políticos pondrán a trabajar a marchas forzadas a sus equipos de imagen y mercadotecnia política, para buscar los resquicios legales por los cuales puedan continuar con su bombardeo propagandístico eludiendo los riesgos legales que ello implica.
Sobre todo porque, lamentablemente, en México siempre ha sido más fácil torcer más allá de su límite las normas legales en materia político electoral, que aspirar a que nuestro anquilosado y decadente sistema de partidos genere opciones realmente innovadoras y equitativas para dar a conocer sus plataformas y proyectos a los ciudadanos.
O sea: para los partidos, sus dirigentes y sus posibles candidatos, resulta más cómodo seguir asumiéndonos como consumidores de un producto, que como ciudadanos dotados de conciencia y albedrío, capaces de emitir responsablemente su derecho al sufragio, más allá del vergonzoso carnaval de dádivas, slogans e imágenes incapaces de trascender en su alcance más allá de la fecha de los cierres de campaña.
Los partidos pusieron las reglas. A ellos mismos les corresponde cumplirlas, o de lo contrario, junto con sus campañas y candidatos seguirán acrecentando el lamentable desprestigio que ya arrastra nuestro sistema electoral, tan cercano a la mercadotecnia y cada vez más alejado de la construcción de la anhelada democracia.
Veremos y comentaremos.
DE BOTEPRONTO: Muy seguramente en las próximas semanas y meses se definirá a los personajes que representarán en Tamaulipas a las nuevas franquicias electorales con registro nacional: el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), el Partido Encuentro Social y el Partido Humanista.
Si espera ver nuevos rostros, a lo mejor se lleva una terrible decepción; lo más probable es que terminen siendo lo mismo de siempre: jugoso negocio de algunos cuantos, y espacio de reciclaje para muchos personajes que no se resignan a permanecer en el anonimato o en el basurero de nuestra historia política reciente. Al tiempo.
Por el momento es todo. Agradezco sus comentarios, y le espero mañana en este mismo espacio.
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