Bulling y despojo descarado

Allí, en el mero corazón de Ciudad Victoria, se levanta fatua una vieja construcción que encierra los más pecaminosos secretos y, es un dictador, el que año con año firma con sus fríos y viejos dedos los oficios que le dan vida a las historias de insidia y de venganza más fantásticas.

Egocéntrico, porque se considera el centro de todo, hace que solo su voz se escuche y toma las críticas con desdén, menos las de su consorte, quien es la que realmente gobierna detrás del trono.

No son pocos los problemas que él ha enfrentado por tomar burdas y apresuradas decisiones, pero se resiste a reconocer que el enemigo lo tiene en casa.

Lástima es, que esta historia se ubique en una de las escuelas primarias más antiguas y renombradas de la capital de Tamaulipas, si, en Ciudad Victoria, este lugar que hace unas semanas sonó a nivel nacional he internacional por un cruel he injustificado caso de “bulling”.

Resulta, que tengo en mis manos un machote de oficios con firma y sello de recibido que me hizo llegar el Licenciado Orlando Eduardo Flores González, en el que acusa de daños y perjuicios al Director de la Escuela Primaria Victoria turno matutino, César Augusto Álvarez Quilantán, de quién, por cierto, pocos hablan bien.

Y estos oficios, fueron recibidos por la SET, por el ayuntamiento de Ciudad Victoria, por Magnolia López Sevilla, Presidenta de la Asociación ABC, por la oficina del Gobernador del Estado, Egidio Torre Cantú, y por la inspección escolar de la zona número 6 y por la jefatura del sector 10.

Y, como papelito habla, con prontitud hago eco de esta denuncia de Don Orlando, porque la injusticia también tiene el aroma de “bulling”.

Voy al grano. Se trata de María Amanda Flores Requena, alumna del sexto grado, quien a su corta edad puede presumir que lleva en la mochila varias docenas de diplomas y de reconocimientos por ser la alumna más brillante de esa institución con calificaciones que van desde el 9.8 hasta el 10, limpio.

Pues bien, María Amanda hoy luce desconsolada, frustrada y sin ánimo de continuar en esa lucha que libra a diario con el apoyo de sus padres para abrirse camino por la vida y convertirse en una mujer de éxito.

Y, cómo no, si a pesar de su alto promedio no se le hizo merecedora de las medallas Benito Juárez y Guadalupe Victoria que otorgan la Asociación ABC y la Presidencia Municipal al alumno de mejor promedio de cada institución, porque el Consejo Técnico del plantel determinó utilizar un examen de la Olimpiada de Conocimiento instituido por la SET y no la calificación que María Amanda obtuvo a base de esfuerzo.

Pero no solo eso echó por tierra los sueños de esta niña, sino que también fue desplazada como abanderada en la ceremonia de graduación que está próxima y ubicada en un injusto tercer lugar, por órdenes del Director.

Su padre, Don Orlando, deduce que esto huele a venganza, porque su esposa, Amanda Soledad Requena Meza, renunció como presidenta de la Asociación de Padres de Familia de ese plantel frente a la notaria pública 316 María Clemencia Medellín Ledezma, cuando descubrió malos manejos por parte del Director y del tesorero, situación en la cual evitó involucrarse.

Y es por eso que esos dos padres de familia se animaron ha denunciar las irregularidades que se cometen en esa escuela y su demanda principal es que a su hija se le haga justicia con la entrega de esas preseas, que se le ubique también como la portadora de la bandera y que, además, se le otorgue una beca para estudiar ingles para incrementar sus conocimientos.

Documentos sobre este penoso asunto abundan y las acusaciones contra los directivos del plantel en otros casos, también, por eso esta niña y sus padres esperan, respuesta inmediata.

El director sabe que está entre la espada y la pared.

Los padres de la niña saben también que lo tienen en un puño.

Porque mientras que el gobierno de Tamaulipas trabaja para desterrar el “bulling”.

Algunos directores procuran, todo lo contrario.

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