Hace algún tiempo, después de haberse aprobado los impuestos a refrescos y comida chatarra, platicaba con un amigo que tiene sobrepeso, en dicha plática, él se encontraba muy molesto por las acciones emprendidas por el gobierno para erradicar la obesidad.
En nuestra conversación, él me dijo que más impuestos a la comida no significaba que la gente comería menos, sino que sería más caro adquirirla, y que tal acción solo enriquecería más a las refresquerías y empresas afines a la “comida basura”.
Me puso de ejemplo al Gobernador del Banco de México, el cual, con o sin impuestos seguiría comiendo, se puso de ejemplo a él mismo, diciendo que un peso más no significaba que dejaría de consumir refresco; que lo mismo pasaba con los cigarros; podrían subir hasta 50 pesos, pero los fumadores seguirían comprándolos.
Me atreví, después de algunos minutos de conversación, a preguntar posibles soluciones para combatir la obesidad; soluciones que el cómo una persona con sobrepeso considerara efectivas… La respuesta fue rápida, ¿a ti te gustaría que te dijeran campamocha porque estas delgado? Me dijo, rápido le contesté que era gracioso y acertado el sobrenombre, pero que no me gustaba.
Me comentó que desde hace años sus compañeros de la escuela y amigos le llamaban y le conocían más por “el gordo” que por su propio nombre, y que tal hecho le molestaba, pero que hasta en su casa le decían así. ¿Entonces para que me pusieron como mi abuelo? Me dijo.
En Tamaulipas parece que empezamos a entender la lógica del problema y como combatirlo, pues en el Congreso del Estado se busca modificar la Ley para Prevenir y Erradicar la Discriminación con el fin de sancionar a las personas que usen el término “gordo” o “gordito” para hacer referencia a las personas que tienen sobrepeso.
Con este cambio se estaría buscando que cualquier burla o menoscabo contra quien tenga sobrepeso sea considerado discriminatorio y aunque la medida parece quedar corta contra el problema que representa la obesidad, pues México es uno de los países con mayor índice de sobrepeso, esto debido a la mala alimentación y a que muchos de los mexicanos no practicamos, al menos, los 30 minutos diarios de ejercicio; es un buen inicio contra el combate a la discriminación por sobrepeso.
Esta modificación a la ley debe de ir de la mano con acciones encaminadas al combate de este problema, tales como jornadas intensivas de información para llevar una vida y alimentación saludable, la detección y ayuda a las personas con sobrepeso, y mecanismos que incentiven a las personas a reducir tallas, como actividades deportivas o culturales.
Si usted tiene un amigo con sobrepeso, llámele por su nombre.
¡Excelente fin de semana!
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