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Sección: Editoriales / Hipódromo político

Bullying: Una cosa es molestar y otra es delinquir

Por: Carlos Cortez García 13/06/2014 | Actualizada a las 10:08h
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Me parece que el tema del bullying hay que dimensionarlo bien, porque este problema ha existido siempre. ¿Quién no se acuerda de algún compañero de escuela al que le hayan puesto apodos, le hayan hecho calzón chino, le hayan pegado un papel en la espalda con algún letrero, ofensivo o no, le hayan puesto pegamento en el asiento, pica pica en la espalda o se hayan burlado de su fisonomía, lentes, obesidad, delgadez, pequeñez, que si es fino o no u otro? Eso es bullying y no sólo se da en la escuela sino también en el trabajo y en la vida cotidiana.

El bullying está presente en casi cualquier lugar, no es exclusivo de algún sector de la sociedad o respecto al sexo, aunque en el perfil del agresor sí se aprecia predominancia en los varones.

Tampoco existen diferencias en lo que respecta a las víctimas. El agresor acosa a la víctima cuando está sólo, en los baños, en los pasillos, en el comedor, en el patio. Por esta razón los maestros muchas veces ni por enterados se dan. Sin embargo no se trata de un simple empujón o comentario, se trata de una situación que si no se detiene a tiempo puede provocar severos daños emocionales a la víctima.

Esta práctica que se vuelve más frecuente en los niveles de secundarias y preparatorias públicas o privadas de México. Sin embargo, este problema se está adaptando a la tecnología dando como resultado el cyber bullying, es decir, el acoso a través de Internet, específicamente en páginas web, blogs o correos electrónicos.

El Bullying podríamos definirlo como el acoso escolar, como un acto intimidatorio, físico y psicológico, iniciado y mantenido durante un tiempo considerable por parte de una o varias personas contra otra, generalmente el más débil.

Así, hay 3 criterios principales que identifican un caso de bullying: la intención de hacer daño, la reiteración de las conductas, durante un periodo largo de tiempo y de forma recurrente, y el desequilibrio de fuerzas, habiendo desigualdad de poder entre una figura fuerte y otra más débil, la víctima.

El acoso puede presentarse de diferentes formas: por una parte, el acoso físico se muestra con acciones o agresiones físicas ya sean patadas, peleas, zancadillas, tirones de pelo, etc. Por otra parte, el acoso no físico o psicológico que puede ser tanto verbal (insultos, burlas, motes) como no verbal (hacer gestos groseros, despreciar, ignorar, aislar, enviar notas ofensivas, etc.).

La mayoría de estudios con respecto al bullying consideran que son más los alumnos varones que se consideran tanto agresores como víctimas en cualquiera de las formas de acoso. Además, es propio de los escolares su necesidad de pertenecer a un grupo y por ello aguantan lo que sea, buscando ese sentimiento de pertenencia. Es por eso que un caso de bullying es más probable que sea instigado por un grupo de alumnos en el que uno suele ser el agresor principal y el resto de “acompañantes de batalla”.

Los factores de bullying son los siguientes: Personalidad retraída o baja autoestima en el caso de las víctimas y un temperamento agresivo y alteraciones en la emoción en el caso de los agresores.

En el caso de los agresores, el factor familiar es uno de los más importantes, donde la inestabilidad en la estructura familiar, falta de vínculo afectivo o abandono, convivencia familiar pobre, contradicciones, imposición o autoritarismo, presencia de actos violentos, permisividad o pasividad, etc.

El fracaso escolar no parece ser una característica importante como causa del bullying en alumnos agresores en comparación con el resto de factores, pues muchos estudios no han encontrado relaciones directas entre ambas variables: bullying y fracaso escolar.

La falta de coordinación y colaboración entre maestros, inconsistencia en la prevención de conductas agresivas o permisividad del maestro y la convivencia de varias culturas puede dar lugar a actos racistas.

La consecuencia más evidente en ambos lados, víctimas y agresores, suele ser la disminución del rendimiento escolar junto con un cambio en el comportamiento habitual.

El agresor, al tener éxito con conductas intimidatorias frente a los compañeros, puede elevar las probabilidades hacia una conducta delictiva en un futuro.

El hecho de aprender a comportarse como agresor para conseguir lo que se quiere puede llegar a extender esas formas de dominio del otro a la convivencia doméstica.

Ser víctima de acoso escolar puede acabar en fracaso escolar, ansiedad anticipatoria o fobia al colegio, lo que configura una personalidad insegura para el desarrollo óptimo de la persona, a nivel personal y social. Y la peor consecuencia de todas, el suicidio, como única vía para escapar de la situación.

En las víctimas de acoso escolar se encuentran daños físicos evidentes pero también daños sociales como la inhibición o el retraimiento, daños psicosomáticos como pesadillas, falta de apetito, trastornos gastrointestinales, etc., así como psicológicos, depresión, ansiedad o frustración, y conductuales en forma de agresión o irritación, como conductas obsesivas.

Esta descripción científica del fenómeno, permite distinguir que el bullying no es sinónimo de homicida ni de delincuente ni de criminal. Qué bueno que se piense en erradicar el problema desde la raíz, pero con un conocimiento científico del problema y no desde una lógica de querer calificar todo lo que ocurre al interior de la escuela como tal.  Y lo que ocurrió al pequeño Héctor Alejandro Méndez en Ciudad Victoria no fue bullying, fue un acto delincuencial, que la autoridad judicial está obligada a investigar y no dejar pasar por boba. Si no entendemos la naturaleza y alcances del bullying, estaremos condenados a pensar que toda acción de delincuencia, incluido el homicidio, deberá ser calificado como tal.

PD. 1. Dos de los temas más sensibles de cualquier administración municipal son los impuestos y los panteones. Por desgracia, la tradición es que quien quede al frente de estas áreas municipales nade de a muertito el trienio en lo que llegan oportunidades políticas mejores. Sin embargo, en el caso de Tampico, Ricardo garza Narváez, con el apoyo del Presidente Municipal de Tampico, Gustavo Torres Salinas y del Tesorero, Gerardo Gómez Ibarra, está haciendo un trabajo de cirugía en la Dirección de los panteones para lograr que los cementerios tengan la dignidad que estos lugares merecen y que los familiares de quienes allí reposan, puedan acudir a ellos con tranquilidad no sólo el día de muertos, sino en cualquier momento que así lo decidan.

Parte de los resultados que se han logrado, ha sido concretar que a partir del próximo lunes 16 de junio aplique un descuento del 50% en el mantenimiento de los espacios en los cementerios de Tampico, descuento que estará vigente en los próximos 90 días por lo cual el Director de los Panteones hace un llamado a quienes tengan adeudos para acercarse y poner en orden la situación del espacio que ocupan sus familiares. El trabajo en los panteones que el Ayuntamiento de Tampico está realizando es de cirugía y promete dejar estos espacios públicos como deben de estar: limpios, dignos y ordenados.

PD. 2. Cómo parte de las acciones que encabeza la Auditoría Superior del Congreso del Estado, que dirige Don Miguel Salmán Alvarez, resultó que los ex alcaldes de San Fernando, González y Burgos tendrán que regresar más de 100 millones de pesos por cuentas públicas que no solventaron durante su administración. O lo que es lo mismo, o regresan el dinero o les espera una larga temporada a la sombra. Este es un buen ejemplo y un mensaje positivo para la sociedad y los políticos, en donde se nota que se quiere fortalecer el estado de derecho. Así que más les vale a Tomás Gloria Requena, Raúl García Vallejo y Fernando López que regresen lo que no pudieron comprobar y a los otros ex, sobre todo de los que se habla, que cuando vean las barbas de sus vecinos cortar…

PD. 3. Ojalá y le vaya bien a la selección nacional en su encuentro contra Camerún, aunque la cosa se ve difícil.

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Carlos Cortez

Columnista.

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