Monterrey, (Notimex).- Una persona no puede pronunciarse contra los problemas generados por la guerra contra el narcotráfico si es a la vez consumidor de sustancias tóxicas, porque es parte del problema, señalaron especialistas del tema.
El representante del Sistema Nacional de Investigadores, Francisco Julio Pellicer Graham, afirmó que “no podemos decir, en el contexto social de mafias, que la guerra por el narcotráfico es detestable si somos parte del problema, si somos consumidores”.
El especialista ofreció la conferencia “Conciencia y Dolor”, en la Décima Cátedra de Psiquiatría “Manuel Camelo Martínez”, en la Universidad de Monterrey (UDEM), anoche.
El también director de Investigaciones en Neurociencias del Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente Muñiz”, explicó que existen diferentes niveles de adicción.
“Todos tenemos pequeñas salidas a la adicción y en la medida en que la podamos controlar, no somos adictos, el problema es cuando pensamos que las controlamos y no podemos regresar a nuestro estado original”, enfatizó.
Distinguió entre las adicciones primarias, causadas por sustancias que hacen que el cuerpo produzca grandes cantidades de dopamina, y las secundarias, relacionadas con actividades o personas.
“Esta adicción en segundo término es la que nos genera relaciones humanas adictivas, poco retribuyentes, destructivas, pero el mecanismo es exactamente el mismo que con los químicos”, explicó.
Por su parte, el especialista español, Leopoldo Ortega Monasterio, expuso que existe el comportamiento violento que causa una lesión física, mientras que, por el otro, el incidente supone una amenaza que causa temor a la víctima.
El catedrático titular de la Universidad Internacional de Cataluña, en Barcelona, expuso que este tipo de comportamiento genera suficiente motivo para justificar una denuncia, causa penal o persecución jurídica.
Refirió que algunas variables que deben ser tomadas en cuenta a la hora de evaluar una conducta delictiva son la violencia previa cometida por el sujeto, tanto la cantidad de actos como la gravedad de los mismos.
También se debe considerar la edad del primer incidente, porque hay mayor riesgo cuanto más precocidad en la acción ilícita, indicó.
