Tras 12 años de estancamiento legislativo, dentro del cual preponderó más la fidelidad partidista que el compromiso con la ciudadanía nacional, se esperaba para este 2014 y tras un Pacto por México muy consensuado, verdaderas leyes secundarias en las diversas materias que fueron tema dentro del consenso del año pasado. Como vemos… no ha sido así.
La crisis legislativa que actualmente se vive en las paredes del Congreso de la Unión pone en juego los intereses del Presidente y del mismo PRI por sacar las reformas, ya que la creciente división de legisladores blanquiazules por el proceso interno que vive el partido ha cambiado las condiciones y los acuerdos con la bancada del PAN.
Era de esperarse que nuestros Diputados y Senadores dejarían todo para el ultimo, lo que no se esperaban los legisladores era la efusiva respuesta ciudadana ante la posibilidad de que nuevamente votaran a favor del oro y nos dieran espejos.
La Reforma a la Ley de Telecomunicaciones, en especial la presunta y posible censura a la libertad de expresión dentro del internet puso en órbita la polémica que se hizo viral gracias a las mismas redes sociales que sirvieron de arma.
No estamos diciendo si era viable o no tocar el tema del internet dentro de la reforma, sabemos que cuando un gobierno quiere espiar, bloquear o reprimir a la ciudadanía lo hace sin necesidad de una ley, mucho menos de informar que lo hará. ¿Ejemplos? El mismo México.
Lo que tratamos de decir es que generalmente hacen leyes “con buenas intenciones” que son para proteger o ayudar a la sociedad y que finalmente terminan siendo usadas a mejor conveniencia de quien ostenta, usa y posee el poder.
En este caso, los políticos inmiscuidos en el tema de la censura al internet presuntamente prevista en las leyes secundarias de la reforma se echaron para atrás, argumentando que hubo una confusión y que los preceptos cuestionados habían sido malentendidos. Tal tema fue eliminado por completo de la propuesta de ley. ¿Qué no era mejor explicar los motivos y tocar el tema? Para entrar en polémica, es fácil y para salir de ella, también.
Siendo claros, de la Ley Telecom quedará fuera dicho tema por el miedo a votarla como sucedió con la Reforma Energética el año pasado, cuando los que la votaron a favor se pusieron la soga al cuello con la ciudadanía, mientras otros se negaban a ella y unos cuantos se ausentaban para no quedar mal con su partido ni con la ciudadanía que los había elegido.
La mejor forma de votar la reforma no es evadir un tema que tarde o temprano deberá tocarse, pues el internet además de ser un medio de información y de donde muchos ejercemos el derecho a la libre expresión, también es un medio efectivo para la delincuencia que parece rebasar, en ocasiones, a las leyes y al gobierno. Aquí es donde se diferencian las buenas intenciones, de las verdaderas intenciones.
¡Excelente Jueves!
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