En México un puesto de elección popular pocas veces es para representar a las masas, sus intereses y necesidades; generalmente un puesto de elección popular se puede entender como una oportunidad para saciar los intereses personales y políticos de unos cuantos, ligados a la necesidad de un gobierno por parte de la sociedad.
Desde hace unos días, y gracias a solicitudes de información, se han venido destapando unos de los muchos excesos y costumbres que se tienen dentro del Congreso de la Unión, tal es el caso de los millones de pesos gastados en copias y tazas de café por parte del Senado, aunque esta vez le tocó a los Diputados Federales.
La Unidad de Transparencia de San Lázaro dio a conocer que del 1 de enero de 2013 al 1 de enero de 2014 la Cámara de Diputados pagó poco más de 15 millones de pesos por las comidas que 3 distintos restaurantes les sirvieron a todos y cada uno de los 500 diputados. ¿Realmente es necesario tanto gasto?
Tal pareciera que la tarea de crear leyes es agotadora, pues según la documentación entregada por San Lázaro, los diputados necesitan este servicio para facilitar el desarrollo de las tareas legislativas a cargo de los órganos del gobierno, comisiones, grupos parlamentarios, legisladores y áreas administrativas. De ser así, ¿Por qué no han legislado las leyes secundarias de las reformas?
Un diputado federal percibe mensualmente poco menos de 150 mil pesos, y cada día de sesión todos ellos reciben un vale por 170 pesos para que adquieran alimentos a cuenta del país; aquí no hay izquierda o derecha, ningún legislador se queja del despilfarro indiscriminado sobre los recursos que deberían de ser para promover al país. ¿A qué mexicanos representan? Basta con tomar en cuenta el salario mínimo para responder.
En nuestro país ser Diputado o Senador es un negocio, un trabajo del cual hay que sacar el mejor provecho, pues pocos tienen el privilegio; no es ayudar a las masas, es vivir de ellas, ya que no se puede cumplir lo prometido en campaña, de ser así no habría más perros con rabia.
Con informes como estos podemos darnos cuenta de la realidad paralela que se vive en el gobierno, donde altos salarios y prestaciones sociales no se comparan con el viacrucis nacional; mientras que en copias, tazas de café y comida se han gastado poco más de 27 millones de pesos en 1 año, en el México real se sigue sin atender el problema del hambre y el salario.
¡Excelente semana!
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