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Sección: Editoriales / Entre Nos

Gracias… a casi todos

Por: Carlos Santamaría 20/04/2014 | Actualizada a las 14:37h
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Por diversos problemas de salud, el columnista tuvo que ausentarse de su labor cotidiana: sentarse frente al ordenador y no distinguir entre una y otra letra no es nada agradable; sentir que se pierde la visión nadie lo puede describir más que quienes lo hemos vivido en carne propia.

Es como cuando debes dinero y te dicen: “no te preocupes”: nadie sabe lo que significa realmente, mientras no se vive en uno mismo.

Difícil fue el estar fuera de circulación por casi un mes, sin embargo, la magia de los médicos guiados por Dios, la disciplina y la condición física nos han permitido estar de nueva cuenta por estos lares.

Una intervención de catarata con inclusión de lente intraocular para, a los dos días, una intervención del menisco derecho y, ocho días después, la catarata del otro ojo, con otro lente intraocular.

Hay que reconocer el talento y esfuerzo de grandes amigos médicos: Vicente Joel Hernández Navarro, Javier Alanís, Jairo Hernández y el equipo que está detrás de esas manos que guía el Arquitecto del Universo para devolvernos la esperanza  la salud.

Es justo agradecer las muestras de preocupación de los amigos y contactos de Facebook, de las otras redes sociales y muchos pero muchos colegas que hemos ya saludado en la calle con mucho afecto.

Volver a ver no tiene precio, y eso lo sabemos muy pocos.

¿Cómo se agradecen estas cosas?

A la fecha, el columnista no ha encontrado la forma de hacerlo correctamente, y ha acertado a incluir en sus oraciones diarias a quienes han hecho posible la recuperación.

En casos como el presente, es fundamental al presencia de un ángel de la guarda que está pendiente en todo momento y cuidando las tomas de medicamentos, el chequeo de glucosa, si te levantas a media noche sobresaltado o no, si estás dormido o tienes fiebre.

Dios me ha permitido tener a mi lado a alguien que se ha preocupado 24 horas cada uno de los días vividos con una tremenda angustia y miedo.

Miedo a no volver a disfrutar un amanecer en Baroña o en la Sierra Madre, nuestra sierra querida; miedo, a no diferenciar un gesto sonriente de uno cariñoso. Miedo de no volver a saber qué es el color amarillo o el color rojo. Miedo a ver todo en forma de siluetas borrosas y sin forma específica.

Quien conoce a Carlos Santamaría Ochoa sabe que es una persona que no se derrota a la primera y le gusta luchar por conseguir sus ideales: El Camino de Santiago fue una gran prueba para demostrárselo a sí mismo, y desde entonces, ha procurado agradar a su Dios ofreciendo sus talentos a los demás.

El grupo “Vive con Diabetes” y el programa radiofónico “Al Día” son la clara muestra del apostolado permanente en que vivimos, tratando de ser apoyo para quien lo necesita. Dios lo sabe, y nosotros lo entendemos así.

Podría el columnista anotar los nombres de quienes significaron algo importante en esta recuperación casi milagrosa que, con disciplina y amor se ha llevado casi a tope: falta aún camino por recorrer.

Ayer, un par de muletas; hoy,. Un bastón… mañana, seguramente mañana estaremos caminando como antaño, con el mismo entusiasmo y amor por la vida.

Hay muchos nombres de personas preocupadas por el bienestar de Santamaría, lo cual se agradece y se lleva en el corazón. Gracias a cada uno de los que comprendieron este mes de incertidumbre, miedos y temores, de enfermedades y angustias, pero sobre todo, gracias a ti, mi amor, porque siempre estuviste a mi lado, en las buenas y en las no tan buenas, y nunca dejaste que nada interfiriera en mi recuperación.

Con todo mi amor, te agradezco, pequeña mía, lo que has sido y significado para mí. Te prometo que no te vas a arrepentir. Sé ser agradecido. Te amo.

Y bueno, nuevamente estamos por estos rumbos, esperando sea para bien.

Comentarios: entrenos@prodigy.net.mx

Carlos David Santamaría Ochoa,

(México, D.F., 1957) Licenciado en Relaciones Públicas, Maestro en Trabajo Social y maestro en Comunicación; Doctor en Comunicación y Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela (Galicia, España). Diplomado en periodismo y en locución ( U.A.T.) Periodista desde el año de 1979.

Jefe de fotografía del periódico El Heraldo de México (1979).

Ha colaborado en los diarios locales El Mercurio de Tamaulipas, El Diario de Ciudad Victoria, La Verdad de Tamaulipas y en revistas como Poste Restante, A quien Corresponda, entre otras. Fue corresponsal del diario El Nacional, de la revista Época de México y de radio grupo ACIR. Fotógrafo profesional desde el año de 1978.

Fue jefe de prensa del Instituto Estatal Electoral en Tamaulipas y del Hospital General de Ciudad Victoria. Actualmente se desempeña como profesor de periodismo y fotografía en la licenciatura en Ciencias de la comunicación, en la Universidad Autónoma de Tamaulipas, donde también colabora como investigador.

Es presidente de Vive con Diabetes, A.C., dirige y conduce el programa de radio Al Día en Radio UAT.

Recientemente publicó su primer libro: Diario del Camino, Unidos por la Diabetes.
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