Conociendo poquito a García Márquez -por su literatura- seguro donde esté, con quien esté, cuánticos o religiosos, se ha de morir de la risa por la forma en que los mundanos de la “jaig” están tristes por la ausencia terrenal del Premio Nobel. Y más cuando muchos no creemos hayan leído una cuarta parte de la memoria literaria del colombiano radicado en México, por amor a la tierra donde fue acogido hasta sus últimos días.
Tenía 87 años, es decir, muy por encima de los 75 años de edad promedio que los especialistas dicen puede vivir un latino, o con mayor precisión un mexicano. 12 más para ser precisos y en ello, llevó la ganancia y tragedia de saber que conforme a su caída leve con la muerte no podría hacer la narración de este suceso.
En fin que en la vanidad colectiva nos gusta la ficción y egoísmo de no tenerle cerca, agotado. Ausente por su pérdida de memoria y por lo mismo, de chispazos de lucidez a su avanzada edad. A mi no me duele su ausencia, no soy hipócrita pues como diría mi padre “me voy a morir yo que soy todo mi querer”.
Me preocupa no llegar a la nada, pensar que personalidades como García no sean recordados en el llamado otro mundo. Cómo, si Dios en su santa crueldad nos borra la memoria para no asomarnos y saber desde un rabito de nube o una piedra de lava, como van nuestros hijos, nietos y el espacio que llamamos México con todo y la voracidad de sus políticos.
Mientras y sin espacio a la resignación (tengo 49 y me faltan 27 para el promedio), confrontemos el legado de Márquez y su verdad dolorosa para los falsos. El colombiano de carne y hueso que ya no habitará su hermosa casa de Cartagena, y hablemos del prócer del lenguaje como alguien que está vivo en cada chorro de sal y limón de sus no, a la estupidez de la mayoría de sus coterráneos.
Aquel que con visión eterna dijera a propósito de los mexicanos … la frase de los españoles en el documento Noticias de Un Secuestro: “que no nos dé Dios lo que somos capaces de soportar”. Ofensivo y ateo gracias a Dios…diríamos que en el caso de lo que nos pasa, “es inútil que siga rezando. Hasta Dios se va de vacaciones en agosto”… pero también en los restantes 11 meses del año.
En fin que en su crónica anticipada, García sostenía que “el cuerpo humano no está hecho para los años que uno podría vivir y del “amor y otros demonios” que “no hay anuncios de cometas ni eclipses, que yo sepa, ni tenemos culpas tan grandes como para que Dios se ocupe de nosotros.
Ese Gabriel José de la Concordia García Márquez está vivo, más vivo que el día que nació. Se fue ya, no está aquí su cuerpo, de los demás, no sabemos donde está y si le importa un carajo encontrarse con nosotros… para qué… ya nos heredó todas sus travesuras.
Lo mejor de cada casa…
Nos quedamos de “baqueta” sin salir y control en la mano pudimos dar cuenta que la cobertura de lo que pasó en el litoral tamaulipeco fue territorio Azteca, y quien lo dude, ahí están los registros de la cobertura que vimos en línea con las transmisiones de los que pasaba en la Playa Costa Azul con Leticia Salzar; la Playa Carbonera con Mario de la Garza y con Esdras Romero y la recuperada al 100 Playa Miramar.
Y ahí a un lado el alcalde Gustavo Torres Salinas recorrió personalmente las calles del primer cuadro de la ciudad y otros sitios de mayor atracción turística dando la bienvenida y constatando el buen trato que se proporciona a turistas, tanto nacionales como extranjeros, verificando además que se cumpla con las condiciones adecuadas para el sano esparcimiento de las cientos de familias, hizo entrega de equipo y uniformes a grupos voluntarios de Protección Civil.
Del cuarto piso.- Mientras que en Matamoros el éxito fue rotundo con la espectacularpresentación de la Banda El Recodo en la Playa Costa Azul, como parte del Festival del Mar 2014, donde miles de asistentes corearon las canciones y agradecieron a la alcaldesa Lety Salazar por esta gran celebración.
OTROSI: Y el próximo lunes en la Ciudad de México se realizará el homenaje en el Palacio de las Bellas Artes a Gabriel García Márquez, fallecido ayer a los 87 años de edad, como parte de los homenajes que el colombiano ya no necesita. Leer la vida a través de su palabra es la mejor manera de honrar su paso por este mundo de pecadores.
18 pendientes…
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