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Sección: Editoriales / Crónicas políticas

Todos somos Macondo y estamos de luto

Por: Alberto Guerra 18/04/2014 | Actualizada a las 22:23h
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Ciudad Victoria, Tamaulipas. (OGP).- La historia ocurrió así. Era un 3 de septiembre de 2008 y habíamos ido a Nuevo Laredo para hacer algunas entrevistas con políticos y funcionarios, y por la noche atendimos la invitación de un amigo para acompañarlo en una cena de su cumpleaños, en su hogar.

Ese día se publicó esta columna con el título de “García Márquez en Nuevo Laredo”, porque al día siguiente, jueves 4 de septiembre, se inauguraría una Estación Palabra “Gabriel García Márquez”, un edificio remodelado y modernizado donde funcionó desde 1950 la estación del ferrocarril, y que haría las veces de centro cultural.

“García Márquez en Nuevo Laredo” fue un título que quiso jugar con la vieja historia de la llegada de Gabriel a esa ciudad pero 53 años antes, en 1961, cuando cruzó con su familia el puente internacional procedente de Nueva York, donde su trabajo como corresponsal de prensa fue un desastre.

Apenas con centavos en los bolsillos, el periodista colombiano y su esposa Mercedes comieron un caldo de res (¿no sería sopa de médula?) en el restaurante “Alice”, de Manolo González, señor, nomás cruzando el puente, y luego abordaron el tren para viajar a la Ciudad de México.

El 4 de septiembre de 2008 se inauguró en Nuevo Laredo la Estación Palabra “Gabriel García Márquez”, siendo presidente municipal Ramón Garza Barrios. Lo que nadie sabía, o muy pocos para ser exactos, es que ya investido con el Premio Nobel de Literatura, había aceptado asistir personalmente a la ceremonia de Nuevo Laredo.

La vieja estación ferroviaria es propiedad de la estadounidense Kansas City Southern de México y está cedida en comodato al gobierno municipal. No se sabe si fue por invitación de esta empresa o del alcalde Garza Barrios que Gabo aceptó participar en el evento, el caso es que estuvo allí pero puso como condición que no se anunciara previamente para evitarse tumultos, asedios, multitudes, alborotos de fanáticos suyos que quisieran verlo, tocarlo, pedirle autógrafos o tomarse fotografías con él.

Por eso cuando el alcalde Ramón Garza Barrios vio publicado ese día la columna “Crónicas Políticas” con el título que anunciaba “García Márquez en Nuevo Laredo” ni siquiera leyó el contenido porque mandó llamar indignado a su jefe de prensa Rafael Luque Castillo, para reclamarle haber filtrado la noticia; lo castigó con un cese fulminante.

Luque, antiguo compañero de trabajo en El Diario de don Ruperto Villarreal Montemayor (qepd) negó haber cometido la indiscreción y a duras penas consiguió hacer leer a su jefe Garza Barrios la crónica completa, para hacerlo entender que se refería a una vieja estancia del Nobel en Nuevo Laredo, no la de ese día.

El jefe de la comuna temía un arrebato de ira del colombiano y que decidiera cancelar su presentación en la Estación Palabra, pues su presencia allí debía ser una enorme, refulgente, extraordinaria medalla que adornaría la que parecía ser una ascendente carrera política.

Por supuesto, García Márquez no leyó la prensa local del día pues debió llegar para cumplir una cita de médico, de entrada por salida, e inclusive se permitió hacer él mismo una jugarreta a sus anfitriones y selectos invitados pues para evitarse hablar en público inventó el cuento inverosímil de que se había quedado sin palabras.

El caso es que la noche previa a la inauguración, coincidimos en la cena de cumpleaños Rafael Luque y el autor de esta columna, viejos amigos. Pero el vocero del Ayuntamiento se guardó celosamente el secreto de la visita de García Márquez de las siguientes horas.

Entrada la noche y entrados en tragos, Luque soltó la noticia pero ya era muy tarde. A primera hora saldríamos de la ciudad a cumplir otros compromisos ineludibles y la frustración fue enorme porque hubiera sido un privilegio conocer al gigante de las letras.

No hubiera intentado una entrevista porque sabía que García Márquez las odiaba por repetitivas, ociosas y aburridas. Sólo estrecharíamos su mano y lo felicitaríamos por su el genio literario.

Nos queda el enorme beneficio de sus letras impresas porque podemos repetir el placer de leerlo en sus increíbles novelas, cuentos, crónicas. Por cierto, hacemos la confidencia a Rafael Díez Piñeyro de que atendimos anticipadamente su recomendación de fomentar la difusión de su obra:

La colección de libros de Gabo que nos obsequió la repartimos entre otros amigos, ese mismo día, un cumpleaños de 2013. Fue un extraordinario regalo por partida doble, gozoso al recibirlo, y también al traspasarlo.

Pero eso es historia. Lo de hoy es que el PRI está convertido en un circo de dos pistas pues grupos de pre-candidatos andan abiertamente haciendo proselitismo en diferentes rumbos del Estado, unos en su pretensión de capturar una nominación a la Cámara de Diputados, otros buscando ser el sucesor de Egidio Torre Cantú.

Y no son pocos. Observadores de Matamoros hacían notar que los tiempos modernos muestran una transformación de la ortodoxia política dentro del PRI, pues nunca como ahora se habían adelantado los tiempos y nadie replica invocando falta de respeto al jefe saliente.

Es más, creen adivinar que los pre-candidatos a Gobernador se mueven con permiso porque no han sido reprendidos ni devueltos al corral.

Alejandro Etienne Llano, Homero de la Garza Tamez, Marco Antonio Bernal Gutiérrez, Alejandro Guevara Cobos, entre otros, se placean a placer (no es plenonamo) sin causar molestias en el palacio de gobierno.

Lo que causa extrañeza es que apenas se acaba de cumplir la mitad del mandato sexenal y ya están desatadas las pasiones políticas, como si hubiera prisa por cerrar este ciclo.

También fue en Matamoros donde recogimos la información extraoficial de que pronto causará alta como Sub-secretario de Obras Públicas el candidato perdedor a la presidencia municipal Salvador Treviño Garza.

Será un nombramiento de rebote pues el actual titular de esa cartera ascenderá al muy jugoso cargo nuevo de titular de la API de Matamoros, Administración Portuaria Integral.

La Secretaria de Desarrollo Económico y Turismo Mónica González García presume con más firmeza el éxito de la afluencia de paseantes por motivo de Semana Santa pues el jueves llevaban contabilizados más de 500 mil visitas a los destinos de sol y playa.

Según la información oficial, la más alta concentración de turistas se había registrado en Madero-Tampico y Matamoros. Sábado y domingo rebasarán las expectativas, dice la funcionaria estatal.

En Reynosa, el presidente municipal José Elías Leal y su esposa Elvira Mendoza visitaron La Playita, centro recreativo conocido también como La Bocatoma, para compartir con las familias la diversión preparadas para ellas.

El jefe de la comuna y la presidenta del DIF se mantienen atentos a los programas de entretenimiento diseñados por el Ayuntamiento para presentarse en los centros de diversión en esta Semana Mayor.

Pepe Elías pone especial atención a los dispositivos de seguridad y de Protección Civil, para que los ciudadanos disfruten sin preocupaciones las vacaciones.

Distribuido por la Oficina de Gestoría de Prensa, S. A. de C. V.

Correo electrónico: albertoguerra65@hotmail.com

Alberto Guerra Salazar, autor de la columna Crónicas Políticas, colabora en diversos medios de comunicación en el Estado.

Además es propietario de la Agencia de Noticias ASI
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