Deshonestos

La tecnología, al igual que la sapiencia humana, siempre está en constante evolución. Aseguran haber escuchado una reciente plática del Senador Bartlett, y se especula que el interlocutor sería un tal Camacho “-Voy a hacer unas elecciones y luego, voy a esconder los votos en un avión de Malasian Airlines. Nadie podrá comprobar ningún fraude electoral”. Muy vanguardista.

Es en el tema tecnológico, que la Universidad Autónoma de Tamaulipas hace una aportación vinculatoria de gran escala a la sociedad del mismo Estado. Igual que yo –más otros 110 millones de habitantes- padecemos la falta de cultura tributaria; en agravio a las reformas hacendarias que ya dieron licencia al órgano persecutor, para dar un trato más estricto a quienes no entendieron (mos) que el plazo para migrar a la facturación electrónica era irrevocable. En ese tenor, la escuela pública en mención ha puesto a la comunidad sus servicios en un módulo de servicio fiscal –vía los alumnos de las carreras comerciales- para ayudar a la población en general a llevar en orden su compromiso de impuestos. Así como la tecnología necesaria para dar la instrucción conveniente, siempre apoyados por el mismo SAT. Una iniciativa ‘ganar-ganar’, con las prácticas estudiantiles y el sustancial ahorro de los contribuyentes, en el caso de honorarios contables.

Ahora, en el terreno de los ‘absurdos’.

Haremos una defensa absurda, de un hecho que sigue ‘in crescendo’ en lo que parece, será la historia más cuantiosa de la corrupción en México.

Acorde a las fechas que vivimos, el tema religioso es el que tiene al país, más que apegados a su fe, antes bien al asueto que nos provee.  

Un pasaje de la historia de Jesús, habla que tras su muerte, el mismo encargado de dar cabal cumplimiento a la sentencia de Pilatos, fue Marcelo Gallio. Arrepentido, al ver el tamaño de su acto, busca en las aldeas el testimonio de fe de la existencia de ‘el maestro’: la túnica marrón que se sortearon los soldados romanos a la crucifixión. –Marcelo proviene de familia acaudalada y con poder político- Y ofrece pagar varias veces el valor real de cuanta prenda semejante a la que usara en su travesía a la cruz, el nazareno.

Justo, (un viejo sabio, que hasta el nombre le daba valor) reprime a los aprovechados de la circunstancia del hombre, que el afán le impedía ver con claridad las cosas y los conmina a regresar el dinero al escatimado. Al reclamo del guía, los interfectos decían que más les robaban los romanos con los impuestos. El varón les decía: “-¿Acaso hemos de ser injustos, porque la vida es dura?” Marcelo quiso disuadir al hombre, quien remató diciendo “-no te engañan a ti… se engañan a sí mismos. Y ésa no es enseñanza del Maestro”.

Quizá por estas razones, nos resulta ajeno que se castiguen hechos lamentables como aquél de ‘coopelas o cuello’ o el de Kamel Nacif. En cada una de las estaturas económicas que nos desenvolvemos, la permanente búsqueda de quedarnos con ‘algo’ que es de gobierno o algo que nos permita escatimar recursos en nuestro beneficio, seguirá prevaleciendo. 50 pesos de ‘moche’ a un tránsito. Declarar menos metros cuadrados en la construcción, evitando el pago catastral; buscar incapacidades médicas a enfermedades inexistentes; ‘hacer como que trabajo, porque hacen como que me pagan’. Hay muchos más.

Y no sorprende entonces, que Oceanografía tuviera una cantidad enorme de adeptos y seguidores, que vivieron de esa monumental estafa. Empresas fantasmas, pero también empresas acreditadas. No ha concluido el proceso, donde según el director de PEMEX, en ‘nada afecta a la paraestatal’.

Pero las afectaciones se siguen demostrando. Ya hemos tocado muchos nombres de empresas y de encumbrados funcionarios. ¡Y siguen saliendo!

El ex director de PEMEX, Luis Ramírez Corzo aún se beneficia de la paraestatal. Renta –entre otras cosas- el edificio que alberga a la Región Marina Noreste de PEMEX.

Además de darle ‘chamba’ de prestanombres a un nieto del descubridor del complejo petrolero más importante mexicano. Rudecindo Cantarell Jiménez (1914-97), puede descansar tranquilo. El ‘chamaco’ cobra rentas a la compañía Solar, que a su vez le trabaja a… adivinó. El que es de ‘todos los mexicanos’.

Se agotó el espacio, pero también el tiempo de defraudar para Representaciones y Distribuciones EVYA,  COTEMAR y otra veintena de empresas que quizá -sólo quizá- pretendieron hacerle a PEMEX, como decían que debían ‘regresarle la copa’ a los romanos.

alejandrodeanda@hotmail.com

@deandaalejandro