A veces no escuchamos lo s mensajes ecológicos de gente que se dedica a defendernos en forma indirecta, aunque es más directa que nada. Tonantzin Tlalli, grupo que encabeza Tere Baeza puso la voz de alerta ante la tala de árboles en la obra que ampliará la carretera a Monterrey, justo frente a la casa de gobierno y centros comerciales diversos.
No entendemos, sinceramente, qué ha sucedido, y por qué se lleva a cabo esta acción, ya que entendemos que los árboles son pulmones para todos, más, en tiempos que la contaminación nos está acabando.
Las obras que lleva a cabo el gobierno de Tamaulipas consideran la tala de 170 ejemplares, de los que, se informa, por su tamaño, no soportan el trasplante a otro lugar o se encuentran enfermos y no resulta apropiada la acción de cambio de lugar.
Nos informan que se recuperarán 59 árboles que, según los estudios que les realizaron, se encuentran en condiciones de ser trasplantados, y también se sembrarán 278 ejemplares, entre palmas y robles encinos, todo en el trayecto donde se amplía nuestro famoso “ocho” a ocho carriles.
Las autoridades municipales han anunciado que como acción solidaria y conjunta con las obras estatales, se sembrarán mil árboles en distintas partes de la ciudad, considerando que las autoridades ecológicas federales piden cuando hay talas, cortes o sustracciones de algún ejemplar, “compensar” con la siembra de cierto número de ejemplares.
No somos expertos en cuestiones de árboles, y reconocemos nuestra falta de conocimiento en la materia, pero nos duele ver esos grandes árboles que regalan sombra a muchos, que serán retirados de la ruta y además, los 170 –aproximadamente- que serán talados por las condiciones que nos indican.
Entendemos que hay algunos árboles en la ciudad que ocasionan más problemas que beneficios en el sentido de que tienen plagas o algo más, que están prácticamente “muertos en vida” y que son un peligro ante cualquier embate de la naturaleza, sea ventarrón, viento huracanado o mal clima en general. Sabemos que no todos los ejemplares se pueden salvar, y estamos preocupados por saber que los estudios correspondientes son hechos por gente que sabe de lo que habla.
Ya algunos grupos se manifestaron este jueves y viernes, y seguramente habrá quien no esté de acuerdo.
No somos de la idea de cortar árboles y siempre hemos pugnado porque las autoridades impongan severas y ejemplares sanciones a esos taladores de árboles, pero también pedimos, de la misma manera, que se informe a los ciudadanos acerca de las acciones que se llevan a cabo aparentemente perjudiciales, pero que están sustentadas en un argumento técnico o ecologista cien por ciento.
Pasamos por el Boulevard Praxedis Balboa o la legendaria avenida Francisco I. Madero y vemos esos hermosos troncos anchos que han roto ya la carpeta asfáltica y pensamos que bien vale la pena mantenerlos con vida, porque dan aire a la ciudad, belleza a la estructura citadina y frescura a todos los que aquí vivimos.
Pero, insistimos, la ciudadanía necesita ser informada adecuadamente sobre los actos que se llevan a cabo: no podemos ver que lleguen máquinas y así porque sí corten de tajo décadas de existencia silvícola: no es lo mejor, y está obligada la autoridad a informarnos sobre temas que aparentemente nos afectan.
Si los ejemplares no resisten el trasplante, es muy fuerte y duro aceptarlo, pero habrá que dar paso a las necesidades urbanas, pero si se puede hacer algo, tenemos la obligación de hacerlo hasta donde se pueda, hasta donde los recursos técnicos nos lo permitan.
Y en ese sentido, suponemos que habrá información oficial de parte de nuestro gobierno para explicarnos por qué se toman estas acciones, y cuál es la razón técnica y real para hacerlo de esa manera.
Somos defensores de los aspectos ecológicos, pero entendemos que a veces se tienen que hacer cosas que no gustan, pero son benéficas, pues.
Cualquier aspecto relacionado con la salud preocupa a
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