Madrid, (Notimex).- El catedrático del Laboratorio de Ecología y Conservación de la Fauna Silvestre de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Gerardo Ceballos, sugirió hoy aquí que “México requiere de una revolución medioambiental”.
En el marco de su participación como jurado del sexto Premio Fundación BBVA “Fronteras del Conocimiento” en la categoría Ecología y Biología de la Conservación, dijo que es necesario elevar los temas medioambientales a procesos modernizadores en México.
Explicó en entrevista con Notimex que se trata de un camino que parte de la ciencia, como base para la elaboración de políticas públicas que permitan mantener la calidad de vida mediante el mayor cuidado del medio ambiente y la naturaleza.
Consideró positivo que a partir del presidente Enrique Peña Nieto y sus secretarios de Estado hasta agentes económicos y sociales, “se entienda que no se puede impulsar solo el desarrollo del país sin estar emparejado con el cuidado y desarrollo del medio ambiente”.
Ceballos recalcó que tras reformas como la energética, la fiscal, la educativa y otras, es momento de hablar de “una reforma medioambiental que permita tener le desarrollo que busca el país sin seguir deteriorando el medio ambiente”.
“Los países hasta hace pocos años tenían tres ejes: el social, el económico y el político, y actualmente el medio ambiente es un cuarto eje. Cualquier país puede sobrevivir a un colapso social, económico o uno político, pero a un colapso ambiental no”, dijo.
El especialista en ecología animal, biogeografía y conservación de la naturaleza, señaló que México es el tercer país con más biodiversidad del planeta, con un porcentaje de 30 a 50 por ciento de especies endémicas, “que si se extinguen allí se extinguen en todo el planeta”.
Refirió que el problema más importante es la deforestación, ya que se pierden 400 mil hectáreas al año de bosques y selvas, por lo que la comunidad científica ha propuesto al gobierno que su política sea que al final del sexenio haya cero deforestación no planificada.
Expuso que México tiene 20 millones de hectáreas susceptibles de plantaciones forestales y se plantea una campaña para reforestar “con especies nativas, y que por cada tres hectáreas de plantación forestal haya una de bosque nativo recuperado”.
Ceballos aseguró que la diferencia con otros esquemas de reforestación tradicional, “es que la plantación forestal requiere de cuidado y produce trabajo en zonas rurales”.
“Son las zonas más vulneradas por el narcotráfico y sería entonces una estrategia ganar-ganar, porque damos trabajo a comunidades con marginación, se generan recursos económicos y restauramos el medio ambiente”, abundó.
Sobre especies en peligro de extinción en México, mencionó que si bien hay avances legislativos y en 20 años no se ha perdido ninguna, hay varias de las vertebradas bajo amenaza como el berrendo, el tapir, el jabalí de labios blancos, el águila arpía y la guacamaya roja.
Destacó el caso de la vaquita marina, especie endémica principalmente de la parte alta de Baja California, del que podrían quedar unas 300 y se considera que es la especie vertebrada más amenazada en el país.
Remarcó que hay un gran esfuerzo en su conservación, y que el año pasado se invirtieron 30 millones de dólares para programas con ese fin.
Agregó que otro avance en México en los últimos años es el pago por servicios ambientales a propietarios de zonas naturales para que eviten la destrucción del ecosistema.
